Ginebra, 4 oct (EFECOM).- El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, se mostró hoy optimista sobre la posibilidad de concluir satisfactoriamente la Ronda de Doha, que lleva seis años negociándose.
"Percibo que el ritmo de trabajo se está acelerando. Supongo que el tren de las negociaciones está llegando a su punto final", aseguró hoy Lamy al inaugurar el Foro Público de la OMC 2007, cuyo lema es "¿Cómo puede contribuir la OMC a encauzar la globalización".
"Veo cierta luz al final de las negociaciones de agricultura y de productos industriales", añadió Lamy refiriéndose a los asistentes, a quienes les dijo que llegaban en un momento "crucial".
Las negociaciones comenzaron en el 2001 en la ciudad homónima con el objetivo de liberalizar el comercio mundial para ayudar al desarrollo de los países menos industrializados.
"Quiero recordar que la Ronda de Doha fue titulada Programa de Desarrollo de Doha porque su objetivo es reequilibrar el sistema a favor de los pobres del mundo", aseveró Lamy.
No obstante, a pesar de los esfuerzos para lograr un acuerdo, las posiciones aun se encuentran suficientemente alejadas como para no permitir alcanzar el consenso.
El director general agradeció el esfuerzo y la ayuda que la sociedad civil aporta a la OMC, y aseguró que "muchas cosas estaban cambiando" gracias a esa contribución.
Citó como ejemplos la negociación sobre pesca y el consenso en relación a la venta de medicamentos.
En la inauguración del Foro también participó la presidenta de Finlandia, Tarja Halonen, quien quiso poner énfasis en que la Ronda de Doha "no está muerta", como muchos auguran.
"Yo digo que está viva. Y es necesaria porque solo un acuerdo multilateral puede lograr un convenio no discriminatorio".
"Es cierto que los países poderosos pueden dominar en las negociaciones, pero sería mucho peor si los acuerdos fueran regionales o bilaterales", aseguró la presidenta, quien, no obstante quiso resaltar que "hay un pero".
"Se debe concluir un acuerdo equilibrado y que tenga en cuenta la variedad de países que integran la OMC, y para lograrlo todo el mundo tiene que ceder".
Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores de Liberia, Olubanke King-Akerele, recordó que, como los beneficios del comercio mundial no llegan a la mayoría de los habitantes del mundo, es esencial que en la OMC se logre un acuerdo.
"Sabemos que se ha hecho mucho, pero aun queda mucho por hacer", aseguró King-Akerele, quien hasta hace sólo una semana era ministra de Comercio e Industria de su país.
Una nación de 3,5 millones de habitantes, de los que el 80 por ciento vive con menos de un dólar por día, y el 20 por ciento es analfabeto.
"Si Doha fracasa, la comunidad internacional habrá fracasado y habrá fallado a los intereses de los más pobres", afirmó.
Y sugirió que hay que lograr un consenso en un juego "en el que nadie gane".
En el Fórum Público, que durará hasta mañana, participan 1.750 personas provenientes de todas las regiones del mundo representando a organizaciones no gubernamentales, entidades ecologistas, universitarios, juristas y hombres y mujeres de negocios. EFECOM
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