
La confianza del consumidor subió 2,7 puntos en febrero respecto al mes precedente y se situó en 73,4 enteros, su mayor nivel desde agosto de 2010. El avance, el segundo consecutivo, se debe a la mejor percepción de los consumidores sobre la evolución económica, según el Instituto de Crédito Oficial (ICO).
En concreto, el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) subió debido al avance del indicador parcial de la situación actual, que subió 0,7 puntos, y al aumento del indicador de expectativas en 4,7 puntos.
Respecto a febrero de 2010, el Indicador de Confianza del Consumidor se ha incrementado en 2,3 puntos, debido a la mejor valoración de la situación actual (7,4 puntos). Los consumidores tienen una visión más positiva sobre la evolución reciente de la economía española (+2,8 puntos) y el empleo (2,7 puntos), mientras que la opinión sobre la situación del hogar cayó 3,4 puntos, aunque sigue siendo lo que mejor valoran los consumidores.
Mejores expectativas sobre el empleo
Por su parte, el indicador parcial de expectativas aumentó 4,7 puntos en febrero, hasta situarse en 98,5 puntos. Esta evolución se explica por las mejores expectativas sobre la economía española (8,2 puntos) y sobre el mercado laboral (6,6 puntos) y a pesar del descenso observado en las expectativas sobre la economía doméstica (-0,7 puntos). El componente de la economía familiar es el mejor valorado por los encuestados.
De estas cifras se deduce que las mejoras de febrero se han centrado en los componentes sobre la economía del país y del empleo, tanto en el indicador de la situación actual como en el de expectativas, mientras que las bajadas de la confianza se han observado en las preguntas sobre la economía del hogar.
Subidas de tipos
Por otro lado, en febrero los consumidores han disminuido sus expectativas de inflación, si bien se han incrementado las perspectivas sobre un aumento de los tipos de interés. Además, han mostrado peores expectativas acerca de sus posibilidades de ahorro y de compra de bienes de consumo duradero que en el mes de diciembre.
Al comparar con un año antes, los encuestados manifiestan unas mayores expectativas inflacionistas y de subida de tipos de interés, mientras que sus perspectivas sobre su capacidad de ahorro y de posibilidades de compra de bienes de consumo duradero han empeorado.
El ICO cree que de las menores expectativas sobre el incremento de los precios se deduce que los consumidores no esperan que la actual escalada perdure en el tiempo, mientras que el incremento de las expectativas sobre subidas de tipos refleja que los consumidores no son ajenos a las presiones alcistas que se vienen observando en el mercado interbancario.