
Los precios de los alimentos continúan con su escalada y avivan los temores de que se acabe produciendo una crisis alimentaria de dimensiones similares a la de 2008. Pero la OCDE no contempla esta opción: mientras el arroz se mantenga en los niveles actuales, millones de personas podrán comer.
El arroz representa el alimento básico para la mitad de la población mundial: países como China o India basan su dieta en este cereal. Por eso, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) asegura que, aunque el repunte de las materias primas está generando inestabilidad económica y social, no se repetirá la crisis global alimentaria de hace tres años.
Esto es así porque el precio del arroz apenas ha subido en estos meses, mientras que en 2008 el rally de este cultivo se llegó a disparar fuertemente.
En concreto, según datos recogidos por Bloomberg, en los últimos doce meses los futuros del arroz que se negocian en el mercado de Chicago se han encarecido un 3%, mientras que en los 20 meses previos a abril de 2008 los precios se llegaron a triplicar, después de que países productores como Camboya, Vietnam, India o Egipto prohibiesen las exportaciones.
Otra cuestión tranquilizadora a ojos de la OCDE es la producción. En base a los cálculos del Departamento de Agricultura de EEUU, este año se producirá un 2,4% más de arroz en todo el mundo, hasta un nivel de 451,7 millones de toneladas métricas. De cumplirse estas previsiones, las reservas de arroz se situarán cerca de su mayor nivel en siete años.
"El problema no es tan pronunciado para una buena parte del mundo como lo fue en 2008", señala el director de Comercio y agricultura de la OCDE, Ken Ash. "Los precios del arroz no se han elevado y el suministro es relativamente sólido", añade en declaraciones a Bloomberg.