El superávit comercial de China cayó más que lo previsto en enero por segundo mes consecutivo, hasta 6.500 millones de dólares, castigado por la subida de las importaciones y de los costes derivados del encarecimiento de las materias primas.
Este superávit es el menor en nueve meses, y queda muy por debajo de lo previsto por los analistas consultados por Bloomberg, que esperaban 11.300 millones de dólares.
Las exportaciones de China crecieron un 37,7% en enero desde el mismo período un año atrás, y las importaciones subieron un 51%, informó el lunes la televisión estatal. Eso dejó al país con un superávit comercial de 6.500 millones de dólares, comparado con los 13.100 millones de dólares de diciembre. En noviembre, el superávit alcanzó los 22.900 millones de dólares.
Los datos, de todas formas, son difíciles de interpretar, ya que hay que tener en cuenta que los datos de enero están distorsionados por la celebración del Año Nuevo Chino, entre el 2 y el 7 de febrero, dos semanas antes que el año pasado.
En este sentido, la oficina de aduanas ha explicado que se incrementó rápidamente tanto las importaciones como las exportaciones antes de las vacaciones, lo que resultó en un rápido incremento del volumen total del comercio.
De hecho, algunos analistas creen que China volverá a sus cifras habituales de superávit en los próximos meses, ya que el ritmo actual de las importaciones no es sostenible.
Aunque dos meses consecutivos de declive en los flujos de ingresos comerciales no representan un cambio definitivo, suponen un apoyo simbólico para China antes de la cumbre de ministros de finanzas del G20 que se realizará esta semana en París. Sin embargo, los expertos siguen pensando que va a haber más presiones para que China revalúe su moneda.