Economía

Persiste en los mercados el temor por la crisis financiera

Martín Herrera

Madrid, 22 sep (EFECOM).- Aunque las noticias en general fueron buenas durante la semana que ahora acaba, persiste en los mercados el temor por la crisis financiera, cuyas dimensiones nadie alcanza a precisar.

Mientras algunos analistas consideran que aún hay un riesgo elevado, otros, sin embargo, opinan que la crisis no es grave.

Con el oro, el petróleo y el euro en máximos históricos, en dólar en mínimos y los tipos de interés a la baja en EEUU, bolsas como las de Nueva York o Madrid completaron su mejor semana en muchos meses.

Las bolsas se animaron con el recorte de los intereses decidido el martes por el Sistema de la Reserva Federal (Fed) de EEUU, que bajó los tipos medio punto, al 4,75%. Hay especialistas que creen posible otro recorte.

Las acciones españolas tuvieron la mejor semana en un año, con una ganancia por encima del 4%. La Bolsa de Nueva York registró la mejor semana desde fines de marzo, con una subida del 3%.

Cerca de acabar el tercer trimestre del 2007, las bolsas -con raras excepciones, como Tokio o Milán-, gozan de buena salud. En esos primeros nueve meses cosecharon rendimientos de cerca del 30% las de São Paulo y Hong Kong, del 18% la de Fráncfort, del 11% la de Nueva York y de más del 6% el promedio de las de la zona euro.

Algunos analistas consideran que hay indicios de que en los próximos días se frene el entusiasmo en los mercados de acciones.

El oro, tradicional refugio en tiempos de crisis, marcó el viernes el precio récord en 28 años, en cerca de 740 dólares la onza. Los especialistas esperan que siga subiendo ante la debilidad de la moneda estadounidense, con la posibilidad de que se aproxime aún más a los 850 dólares la onza que alcanzó en enero de 1980.

El fuerte aumento del oro, la subida del petróleo y la debilidad del dólar, como reacción a la bajada de los tipos de interés, han hecho temer a los inversores por un repunte de la inflación en EEUU, que está en el 2,1% con una bajada de una décima en agosto, justo cuando el presidente de la nación, George W. Bush, acaba de manifestarse optimista respecto al futuro del país.

"Las bases de la economía de nuestra nación son robustas, la inflación está a la baja, el mercado laboral está fuerte, los beneficios de las empresas parecen ser robustos, las exportaciones están al alza (...) No hay duda de que el mercado inmobiliario y los créditos relacionados con él pasan por momentos de inquietud", dijo Bush en una rueda de prensa, el jueves.

La crisis de las hipotecas "subprime" no ha acabado, según lo que dijo el mismo jueves el presidente de la Fed, Ben Bernanke, quien anticipó más suspensiones de pagos y ejecuciones de hipotecas de alto riesgo a medida que los compradores encaren los reajustes de las tasas de interés como medida de prevención de los adversos efectos sobre la economía.

Bernanke, en una comparecencia, el jueves, en la Cámara de Representantes, pronosticó un crecimiento solo moderado en EEUU, por "la incertidumbre que rodea a las previsiones económicas".

El índice que evalúa el comportamiento de los principales indicadores económicos de EEUU registró en agosto una caída el 0,6%, después del alza del 0,7% en julio, lo que muestra una cierta pérdida de resuello de la economía.

Las perspectivas menos optimistas de crecimiento de la mayor economía mundial espolearon también el precio del barril de crudo. El intermedio de Texas (WTI) está por los 81 dólares, aunque durante la semana pasó al máximo histórico de 83 dólares. El Brent de referencia en Europa también acaba en máximos, rozando los 80 dólares, y el de la OPEP cerca de los 76 dólares.

Para el aumento del crudo pesaron también la disminución , anunciada durante la semana, de las reservas en EEUU, la temporada de huracanes en el Golfo de México, el recorte de tipos, el robustecimiento del euro y la perspectiva de un mayor consumo en puertas del invierno boreal.

El fortalecimiento del euro durante la semana -que alcanzó el récord de 1,4 dólares- es bueno para las exportaciones de Estados Unidos, pero malo para sus importaciones, lo que influye también en los pronósticos sobre una mayor inflación.

Un euro fuerte preocupa en la eurozona, en mayor medida en Alemania y Francia, cuyas exportaciones se dirigen mayormente al área del dólar, que en España porque más de las dos terceras partes de las ventas españolas van dirigidas a otras naciones de la Unión Europea. EFECOM

ff/pam

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