El ministro advierte de que si hace él la reforma suprimirá la ultraactividad
madrid. El diálogo social parece que ha vuelto. Incluso mañana puede que se vea ratificado en uno de esos actos formales de firma y foto que tanto ha perseguido el presidente en los últimos tiempos. Además de la reforma de las pensiones, el pacto social -que para el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, es "el más importante desde los de la Moncloa"- incluye la modificación de las políticas activas de empleo, los flecos de la reforma laboral, otras políticas energéticas, industriales y de innovación e incluso un preacuerdo de negociación colectiva.
Este último recoge las cuestiones que los agentes sociales van a tratar en la reforma de la negociación colectiva. Entre las que destacan: el estudio de la ultraactividad de los convenios -la prórroga automática-, el uso del arbitraje para resolver conflictos, la racionalización de la estructura de negociación, en la que se intenta fomentar el diálogo empresarial, y la búsqueda de medidas de flexibilidad interna.
No obstante, la inclusión de varios de estos temas en el documento base de la negociación no ha sido fácil. Muchos de estos puntos representan líneas rojas para alguna de las organizaciones. Por ello, la redacción del documento es lo bastante ambigua para que sea aceptada por todas las firmantes.
De hecho, fuentes de la patronal próximas a la negociación, explican que fue imposible introducir la palabra "ultraactividad", pero que se consiguió incluir un párrafo en el que se enuncia "el ámbito temporal de los convenios" y la opción de recurrir al arbitraje para solucionar situaciones conflictivas.
El Gobierno, de acuerdo
Esta reforma debe estar lista antes del mes de marzo. De no ser así, el ministro de Trabajo recordó ayer que está dispuesto a hacerlo por ellos. Gómez avanzó que su intención es que se limiten los ámbitos de negociación para fomentar el de la empresa.
También consideró necesario predeterminar un sistema de arbitraje para solucionar la falta de acuerdo cuando venza un convenio y pasen "años" sin consenso.
De esta forma se daría una solución a la actual ultraactividad de los convenios, que los empresarios quieren eliminar y que constituye el principal escollo en las negociaciones con los sindicatos. "Debe existir una forma rápida por si no se ponen de acuerdo en años", explicó el ministro de Trabajo.