Economía

Fidalgo acusa al Gobierno de debilitar controles de legalidad en el trabajo

Granada, 13 sep (EFECOM).- El secretario general de CCOO, José María Fidalgo, manifestó hoy que el Ministerio de Trabajo tiene "una altísima responsabilidad" en haber permitido la "debilitación de los controles de legalidad" en el mercado de trabajo, en relación a la salud laboral y a la contratación.

Fidalgo, que visitó la sede de su sindicato en Granada junto al secretario general de CCOO-A, Francisco Carbonero, se refirió especialmente a la siniestralidad en el tajo y consideró que si no existe una adecuada Inspección y hay una "débil" capacidad de controlar la legalidad "la responsabilidad primera es de la Administración".

Según el líder sindical, pese a que el Acuerdo para la Mejora de la Calidad en el Empleo ha tenido "resultados decentes", no se está cumpliendo el prometido aumento de los efectivos y la dotación de la Inspección de Trabajo.

En este sentido, apuntó que "se habla mucho sobre si hay que transferirla a las comunidades autónomas", cuando éste no es el aspecto fundamental, que pasa por "reforzar la Inspección, dependa de quien dependa".

Lamentó también que España esté a la cabeza de Europa en cuanto al ratio de inspectores por número de trabajadores y que, por contra, se sitúe a la cabeza en "ilegalidad" y "siniestralidad".

Por otra parte, el líder sindical se refirió al actual "clima de incertidumbre económica" y advirtió de que desde CCOO "siempre" habían mantenido que el modelo de crecimiento "generaba una situación bastante desequilibrada", especialmente en términos de endeudamiento.

Esta "grave" situación que "lastra" a la economía española se sostiene, según Fidalgo, en el endeudamiento exterior, con una baja competitividad de las exportaciones, y en el interior, concretamente el de la familias.

Respecto al crecimiento del Índice de Precios al Consumo (IPC) en agosto, dijo que cualquier subida "siempre es una mala noticia".

En este sentido, apuntó que los "sectores punteros" de la economía son los más inflacionistas y, pese a ser los que más beneficios han generado, también son los que peor los han repartido. EFECOM

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