
La inflación del Reino Unido situó su tasa interanual en diciembre en el 3,7%, frente al 3,3% registrado el mes anterior y por encima de las estimaciones del 3,4% del consenso del mercado, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística británica (ONS)
La cifra se elevó a su nivel más elevado desde el pasado mes de abril de 2010, y se situó, por duodécimo mes consecutivo, por encima del objetivo que marca el Banco de Inglaterra para la estabilidad de precios, una inflación del 2%. Esta evolución ejerce más presión sobre el organismo, que podría verse obligado a subir los tipos de interés, actualmente fijados en el 0,5%.
Respecto al mes anterior, el repunte fue del 1%, el mayor avance desde que comenzaron a recopilarse datos en 1996.
El alza de los precios se debió principalmente al incremento de las tarifas del transporte aéreo y el precio de los combustibles, así como al encarecimiento de los alimentos y de la factura del gas y la electricidad.