
En Enero de 2009, durante una entrevista con George Stephanopoulos, el recién estrenado presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dejó claro que arreglar el desaguisado económico implicaría un sacrificio por parte de todos los ciudadanos.
Desde entonces, los trabajadores estadounidenses se han sometido a recortes de plantilla, menos beneficios y otras medidas dolorosas por el bien común del país. Sin embargo la productividad se ha mantenido al alza mientras las empresas han mantenido sus rentabilidad tras adelgazar sus fuerzas laborales y recibir ayudas fiscales.
Prueba de ello es que las compañías norteamericanas están a punto de presentar su mejor cuarto trimestre fiscal de la historia, según adelanta la agencia Bloomberg. Está previsto que los beneficios por acción de todas las compañías que cotizan en el Standard & Poor's 500 crezcan un 20% hasta una media aproximada de 22,05 dólares durante los tres últimos meses de 2010.
Aún así, el número de puestos de trabajo en la economía norteamericana continúa al mismo nivel que hace 10 años. Una mala noticia a la que podríamos añadir otros datos nada optimistas como, por ejemplo, que la creciente población aumenta el número de personas que compiten por dicho puesto, algo que justifica que la tasa de paro supere en estos momentos el 9%.
Flexibilidad laboral
A ello habría que sumar que durante los últimos años Washington ha impulsado la flexibilidad laboral hasta límites insospechados por lo que las empresas de EEUU encontraron poca oposición a la hora de aplicar salvajes recortes laborales y enfrentar la pasada crisis financiera.
De acuerdo con datos de la OCDE, EEUU fue responsable de la mitad de la destrucción de empleo registrada por los 31 países más ricos del planeta entre 2007 y 2010. Además, la misma entidad aseguraba en un estudio publicado en 2008 que "EEUU tenía las protecciones laborales a favor de los trabajadores más débiles del mundo".
Robert Doll, estratega de BlackRock, explica que cuando los mercados comenzaron a tambalearse en 2008 "fueron las compañías estadounidense y no las europeas o niponas las que decidieron tajantemente reducir costes".
El mercado laboral no se ha movido
Ahora, con una recuperación nominal del PIB norteamericano y una productividad que creció un 2,3% en el tercer trimestre de 2010, el país cuenta todavía con más de 14 millones de personas. Según explicó el economista jefe de Moody's, Mark Zandi, a MarketWatch, "el mercado laboral no se ha movido en la última década, y dado el crecimiento de la población podría decirse que el desempleo se ha duplicado". "Encontrar trabajo ahora es casi tan difícil como en la Gran Depresión de los 30", añadió.
Si echamos de nuevo un vistazo a las previsiones de beneficios que manejaba Bloomberg podríamos destacar que sólo el año pasado, el S&P 500 ganó un 13%, su segundo año consecutivo de beneficios tras el colapso de 2008. Según las previsiones, la recuperación seguramente impulse a las ocho grandes aerolíneas, triplique el beneficio de Caterpillar u otorgue a General Electric su tercer trimestre consecutivo de subidas.
En este sentido, Zandi apuntaba que, ahora mismo, "la pregunta no es si las compañías pueden generar empleo de forma más agresiva sino si tienen deseo de hacerlo". Por su parte, Harry Holzer, profesor de política pública en la Universidad de Georgetown, explicó a MarketWatch que entre 2001 y 2008, un ciclo completo, la economía de EEUU sólo creo cinco millones de nuevos empleos, una cifra que no era suficiente para cubrir la demanda generada y tampoco justificaba las subidas en los beneficios corporativos.