Economía

Coalición Merkel se compromete a cohesión en pos de crecimiento "para todos"

Berlín, 24 ago (EFECOM).- La gran coalición de Angela Merkel se ha fijado como reto, hasta el fin de la legislatura, consolidar el crecimiento económico para que sus beneficios "alcancen a todos", avanzar en la protección climática y defender la posición de Alemania como potencia económica internacional.

"No queremos que nadie se quede atrás. Este es nuestro objetivo", dijo Merkel, al término de los dos días de clausura de su gobierno en Meseberg (al norte de Berlín), para lo que es imprescindible "seguir trabajando como hasta ahora", "con buen espíritu de equipo".

"Esta coalición es exitosa. Y lo hemos demostrado tanto con el descenso continuado del desempleo, como en la reactivación económica y el marco medioambiental", apuntó su vicecanciller y ministro de Trabajo, el socialdemócrata Franz Müntefering.

Con una marcada voluntad de exhibir armonía, Merkel y Müntefering presentaron así el paquete de 50 puntos con que pretenden definir lo que queda por hacer hasta el final regular de la actual legislatura, en 2009, que van de lo económico a la lucha contra la ultraderecha.

El desempleo debe seguir bajando -actualmente afecta a 3,7 millones de personas-, se deben "incentivar las condiciones para fomentar el crecimiento" y, además, defender la posición de la economía alemana en el mundo, dijo Merkel.

"Hay que apoyar la implantación de unos baremos para que haya condiciones de trabajo justas y ecológicas", dijo Merkel, primero "a escala europea", añadió, y luego "a escala internacional". Alemania debe defender su posición frente a la "competencia internacional", añadió, para aludir luego a China.

El gobierno de Merkel facilitará la entrada de inmigración cualificada ahí donde hay déficit de profesionales alemanes -y citó los sectores de ingeniería electrónica y mecánica-, pero dejando claro que tiene prioridad la formación de personal germano.

Se posibilitará la permanencia en el país de quienes hayan estudiado esas profesiones en Alemania y sean miembros de los diez nuevos estados miembros de la UE, de manera que puedan quedarse un año más para buscar trabajo y hasta otros tres, si lo encuentran.

La protección climática "vale la pena", dijo Merkel, no sólo por las consecuencias del calentamiento de la Tierra, sino también por las ventajas económicas de una buena política en ese ámbito, por ejemplo para impulsar las exportaciones de esas tecnologías.

Merkel y Müntefering actuaron como socios compenetrados, a punto de cumplirse dos años de la victoria de la canciller frente al socialdemócrata Gerhard Schröder, pese a que en el aire hay unas cuantas disonancias internas.

Müntefering ha tenido que dejar aparcado uno de sus caballos de batalla -la introducción de un salario mínimo interprofesional, ya que hasta ahora sólo existe en sectores como la construcción-.

Algunos ministros han mantenido pulsos públicos, como los titulares de Medio Ambiente y Economía, el socialdemócrata Sigmar Gabriel y el conservador Michael Glos. Esta vez salió vencedor Gabriel, que arañó a su colega un aumento de las partidas destinadas a la eficiencia energética y contra el cambio climático -de los 700 millones de euros anuales se pasa a los 2.400 millones-.

Otros dos ministros rompieron asimismo la norma de la armonía en Meseberg: la de la Familia, Ursula von der Leyen, y el de Transportes, Wolfgang Tiefensee.

El socialdemócrata Tiefensee reprochó a su colega, conservadora, haber recortado las ayudas a proyectos destinados a combatir la ultraderecha, cuestión que estos días cobró relieve a raíz de la persecución de ocho indios por una turba de jóvenes alemanes, en una población de Sajonia.

Von der Leyen, que ayer anunció un aumento de algunas de estas partidas, se defendió de estos reproches recordando que no todo son competencias del gobierno federal, sino de los "länder".

Merkel y Müntefering se comprometieron a la lucha contra la ultraderecha "con todas las fuerzas", dijo la canciller.

Lo que para la jefa del Gobierno no implica tratar de impulsar de nuevo la ilegalización del Partido Nacional Democrático (NPD) -que fracasó en 2003-, mientras que para el vicecanciller incluye evitar "desfiles de neonazis" por las ciudades, convocados por un partido legal. EFECOM

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