
La próxima semana será el turno para los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, para presentar 'en sociedad' la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que van a llevar al Congreso de los Diputados la próxima semana. El objetivo: "enmendar" la reforma laboral y darle así al Parlamento "la oportunidad" de corregir el rumbo de esta ley.
En una rueda de prensa conjunta, los dirigentes sindicales han denunciado que el Gobierno adoptó esta iniciativa y otras medidas de recorte movido por el "nerviosismo compulsivo" y con el objetivo de "tapar la boca" a los mercados financieros, cuyo apetito es "insaciable".
A juicio de los líderes sindicales, el Ejecutivo no ha conseguido calmar a los mercados ni con la reforma laboral ni tampoco con la reunión del pasado sábado con los grandes empresarios. Toxo denunció que: "el Gobierno insiste una y otra vez en una política de gestos para aplacar a los mercados y a la vista está que no lo logra".
Por su parte, Méndez ha señalado que la "reconsideración legislativa" de la reforma laboral que supone la ILP es toda una "enmienda a la totalidad", que pretende revertir una ley cuyos efectos sí se están notando, pero en el mal sentido, pues está reduciendo la contratación indefinida y elevando la temporalidad, no ha creado empleo y además ha propiciado que haya más despidos, es decir, todo lo contrario a lo que se pretendía. El dirigente de UGT ha criticado que: "es inmoral que se pretenda usar la crisis como coartada para recortar derechos".
La ILP necesita 500.000 firmas para su tramitación en el Congreso, pero los sindicatos esperan recabar muchas más y hacerlo antes de los nueve meses estipulados legalmente desde su registro en la Cámara. Esta ILP tiene forma de proposición de ley, por lo que es todo un texto articulado en el que tratan de corregir los aspectos más lesivos de la reforma y con el que también quieren demostrar que las organizaciones sindicales tienen una "alternativa" al modelo de relaciones laborales que aprobó el Gobierno con el apoyo del Parlamento.
Respuesta al Ministro de Trabajo
Según han explicado Toxo y Méndez, la propuesta sindical recupera la causalidad en el despido y la figura del despido nulo, actúa sobre el contrato de 33 días devolviéndole su naturaleza original, penaliza la contratación temporal vía cotización al desempleo y bonifica la indefinida, entre otras muchas medidas.
"Nuestra alternativa reduciría la precariedad laboral e incluso en una crisis contribuiría a la preservación del empleo indefinido y, en paralelo, a diferencia de la reforma del Gobierno, sí estimularía los mecanismos de flexibilidad interna negociada como alternativa al despido", ha precisado Méndez. Toxo, por su parte, ha indicado que si la reforma laboral se hubiera basado en las propuestas sindicales, no se habría destruido tanto empleo en España.
Los líderes sindicales han recordado que el conflicto con el Gobierno originado a raíz de la reforma laboral "sigue abierto". Toxo y Méndez han respondido a Gómez que el problema no está en la velocidad de las reformas, sino en el rumbo de las mismas, que es "profundamente equivocado".