La crisis de deuda en Europa ha puesto en el centro de la diana, otra vez, a España, lo que está pasando una grave factura a las entidades de nuestro país. Tal y como ya sucediera antes de verano, todas las instituciones se han puesto manos a la obra para intentar calmar a los mercados. El Banco de España, respaldado por el Gobierno y las patronales del sector financiero, ha tomado la iniciativa. Ayer se esforzó en lanzar un mensaje con contenido, con el propósito de tranquilizar a los inversores.
El organismo supervisor anunció nuevas medidas para despejar las dudas que planean sobre la solvencia del conjunto del sector. Pidió un "esfuerzo adicional de transparencia a bancos y cajas" para que detallen en sus cuentas anuales y trimestrales una mayor información sobre el estado de sus activos y principalmente, su exposición al sector inmobiliario. "Es necesario seguir saneando el activo bancario y hay que dar cumplida cuenta de su actuación", avanzó el subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui.
Para el Banco de España, las entidades deben de seguir purgando los excesos cometidos durante los años de bonanza del ladrillo y mostrar su basura. Así, será obligatorio que las entidades ofrezcan al mercado información complementaria sobre su cartera de promoción y construcción y sobre la cartera hipotecaria residencial, desglosando las garantías que las respaldan, su estado de pago y las coberturas constituidas para atender su posible deterioro. Deberán aclarar cuál es el diferencia entre el valor de la hipoteca concedida sobre cada inmueble y el valor actual.
Las exigencias, para marzo
Aríztegui apuntó en el marco del salón Borsadiner que el Banco de España se coordinará con la CNMV y el ICAC. por un lado, y con las asociaciones bancarias, por el otro, para establecer cómo se articularán los requisitos. Las nuevas reglas deben entrar en vigor antes del próximo mes de marzo, cuando se publiquen los estados financieros de los grupos surgidos como consecuencia de las fusiones.
Esta no es la primera vez que el Banco de España hace un guiño al mercado para intentar acallar a los especuladores. Antes del verano se anticipó al resto de países con el anuncio de un test de estrés a su sistema bancario para mostrar que el mercado tenía una percepción de la solvencia de los bancos y las cajas de ahorro inferior a la real. Los demás socios europeos se unieron a esta iniciativa y a finales de julio se publicaron los resultados. España además las aplicó a la totalidad del sector y no sólo al conjunto de instituciones que representaran un 50 por ciento del mismo.
Precisamente, Aríztegui quiso aprovechar su intervención en Barcelona para defender la fiabilidad de las pruebas de resistencia. "Estos días, el Banco de España ha vuelto a repasar los supuestos, parámetros y estimaciones publicadas hace cuatro meses y entiende que describen adecuadamente la situación actual del sistema bancario".
Y en las mismas fechas aprobó un endurecimiento de las provisiones contra impagos e inmuebles adjudicados con el fin de cubrir al máximo posible los riesgos del sector.
Respaldo de cajas y bancos
Tanto la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) como la Asociación Española de Banca (AEB) se mostraron dispuestos a asumir mayores exigencias de transparencia.
El director general de la CECA, José Antonio Olavarrieta, señaló que las cajas siempre abogan por colaborar con el Gobierno y el Banco de España. Por su parte, el secretario general de la AEB, Pedro Pablo Villasante, no vio "ningún inconveniente" en detallar de forma más exhaustiva los datos que comunican.
Ambas patronales conocen de sobra las dificultades que están teniendo a la hora de emitir deuda. El mercado se ha cerrado y temen problemas de liquidez para algunas entidades, ya que tienen que afrontar vencimientos en los próximos años por importe de 196.500 millones, el 36 por ciento del total.
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno también respaldó a las nuevas exigencias del Banco de España y pidió al sector más esfuerzos. Elena Salgado advirtió que el Ejecutivo será especialmente exigente con las que se encuentran inmersas en un proceso de integración, ya que deberán explicar con claridad y transparencia cómo se han tratado los activos en este proceso. Además, las instó a cerrar las fusiones antes de Nochebuena, con los consejos de administración definidos y constituidos.
El Gobierno obligará a los bancos a ser más transparentes sobre sus activos innmobiliarios
