Colas en las terminales frente a los mostradores de información, aglomeraciones en los andenes y esperas de hasta tres horas para coger el tren. Así fue la jornada de ayer vivida por los usuarios de Cercanías en Barcelona. Por eso, hoy muchos de los usuarios habituales del tren han optado por el autobus.
Hoy se han tenido que reforzar las principales líneas de autobuses a consecuencia del caos ferroviario vivido ayer y líneas como la que une Mataró con Barcelona han triplicado el número de viajeros. Los usuarios se han decantado por este medio de transporte para garantizar su seguridad y por la certeza de llegar a su destino, algo que últimamente no sucede con RENFE ni con el metro. Sobre todo si llueve.
La crisis del transporte desencadenada en Barcelona ha despertado cierto miedo entre los empresarios, que temen que afecte al turismo y la mala imagen suponga una crisis para el sector. Los turistas, sin embargo, afirman que es algo que sucede en todas las grandes ciudades del mundo.