La vicepresidenta económica española, Elena Salgado, ha mostrado hoy su preocupación por la situación del sistema financiero irlandés, pero dejó claro que la volatilidad de los mercados que ha provocado ese país está afectando "en muchísimo menor grado" a España que a la propia Irlanda o a Portugal.
En rueda de prensa en Seúl tras concluir la cena de trabajo con la que los ministros de Finanzas comenzaron la cumbre del G-20, Salgado reconoció que comentaron en la reunión el caso irlandés y admitió que hay "una cierta preocupación" por la indefinición de la situación y de las medidas que se pueden ir adoptando en las próximas semanas.
El efecto de esta situación es la volatilidad de los mercados, que está perjudicando "fundamentalmente a Irlanda, en menor medida a Portugal y de manera colateral a todos los países", explicó.
España, añadió, tiene que pagar por su deuda entre 30 y 40 puntos básicos más que Italia, pero se encuentra a más de 250 puntos respecto a Portugal y a más de 350 en relación con Irlanda.
Sin ningún riego para España
"La dimensión de estas cifras habla por sí sola; Italia y España estamos también sufriendo los efectos de esta volatilidad de los mercados, pero evidentemente en muchísimo menor grado que Irlanda y Portugal", insistió antes de garantizar que no hay "ningún riesgo" para la colocación de la deuda española.
Según apuntó, en estos momentos la deuda registra su mejor coste en términos históricos tras el mínimo que se alcanzó en 2009; la rentabilidad ha subido muy poco y se mantiene "mucho mejor" que hace años.
Salgado quiso dejar claro que el desencadenante "fundamental" de la actual inestabilidad de los mercados es Irlanda, que ha visto cómo su déficit se dispara hasta el entorno del 30 por ciento, pero no ocultó que también influye la inquietud que genera la propuesta alemana de que el sector privado participe en el mecanismo de rescate permanente que diseñará la UE para los países en crisis.
España ya mostró sus recelos ante esta propuesta en el último Consejo Europeo y Salgado subrayó hoy que todavía no hay ninguna decisión tomada, ya que el actual mecanismo, aplicado para el caso griego, es válido hasta 2013.