Los datos de empleo, que hasta ahora se habían mostrado sólidos, aportan nuevas dudas sobre la sitiuación económica de EEUU. El mercado laboral estadounidense sólo fue capaz de crear 92.000 puestos de trabajo en julio, menos de lo esperado y el número más bajo desde febrero.
La tasa de paro subió una décima para colocarse en el 4,6%, el nivel más alto desde enero, según los datos difundidos hoy por el Departamento de Trabajo norteamericano. Es el primer aumento desde el pasado mes de abril. Los analistas y los mercados esperaban 130.000 empleos nuevos y una tasa de paro en el 4,5%.
Según los datos de la agencia gubernamental, el desempleo afecta a 7,1 millones de estadounidenses, mientras que los parados de larga duración suman 1,3 millones, el 18,4% del total de desempleados, después de incrementarse en 188.000 personas en julio.
Por sectores, el desempleo aumentó en la construcción, manufacturas y comercio minorista, mientras que la creación de puestos de trabajo creció en el sector de cuidados médicos, servicios profesionales y ocio.
Interpretación
Los analistas señalan que los datos, si bien fueron menores de lo esperado, no deberían ser tomados como una señal de que la economía enfrenta el riesgo de un declive. "No suficientes para cambiar la tendencia general de la economía", apunta Pierre Ellis, un economista de Decision Economics en Nueva York. "El inicio del tercer trimestre sigue relativamente saludable", agregó.
En los siete primeros meses del 2007, la creación de empleos promedio ha bajado a 136.000 por mes desde un promedio más fuerte, de 189.000, en el 2006.
El Gobierno eliminó 28.000 puestos en julio, la primera vez en más de un año y medio que el sector público reduce empleos.
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) celebra un encuentro de un día el martes próximo y las expectativas apuntan a que mantendrá las tasa de interés en 5,25 por ciento, el mismo nivel en el que ha estado desde hace más de un año.