César Muñoz Acebes
Washington, 1 ago (EFECOM).- El FMI sugirió hoy a la Reserva Federal de EEUU que sopese una posible bajada de tipos de interés ante la debilidad económica del país y alertó de que la crisis del sector inmobiliario podría arrastrar al resto de la economía.
Si ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó al Banco Central Europeo (BCE) que considere otra subida del precio del dinero, hoy dio el consejo contrario a la Reserva Federal, lo que refleja las perspectivas radicalmente distintas de la "zona euro" y Estados Unidos.
La mayor economía del mundo ha defraudado en el último año al resentirse de una contracción inmobiliaria más profunda que lo previsto, mientras que la eurozona está en alza.
Para Estados Unidos, el escenario más probable es un "aterrizaje suave", con un rebote en la segunda mitad del año apuntalado por la recuperación de las exportaciones y la inversión, al tiempo que la inflación disminuye, según el Fondo.
No obstante, el informe de su Consejo Ejecutivo, que representa a los 185 países miembros, está lleno de avisos para navegantes.
"El crecimiento está demasiado cerca de la 'velocidad mínima' que caracterizó a recesiones anteriores", alertó el directorio del Fondo, que cree que la economía de EEUU se expandirá un 2 por ciento este año.
El origen de los males son las hipotecas extendidas a troche y moche en el punto álgido del "boom" inmobiliario, sin apenas mirar el historial de crédito de los prestatarios.
A juicio del Fondo, esas "hipotecas de riesgo" podrían alargar la crisis de la vivienda, lo que a su vez mermaría el consumo, uno de los pilares que han sostenido a la economía en sus momentos difíciles.
Asimismo, el organismo advirtió de una posible reducción de la liquidez en los mercados financieros, algo que ya ha comenzado a suceder con la subida de las primas de riesgo y el endurecimiento de las condiciones para la extensión de créditos, factores que han sacudido a las bolsas en los últimos días.
Hoy el Dow Jones había perdido 34 puntos a menos de una hora del cierre, tras una bajada de 146 el martes y reducciones más sustanciales en los días previos.
Pese a la debilidad económica en EEUU, la inflación podría dar una sorpresa si el alto valor de las materias primas y del petróleo, que se encuentran en números récord, junto al bajo desempleo, se transmiten al resto de la canasta de productos, según el Fondo.
Aún así, los expertos de la institución sugirieron la posibilidad de una bajada de los tipos de interés, que se han mantenido inalteradas desde junio del 2006.
El estudio sobre EEUU que la gerencia del FMI entregó al Consejo Ejecutivo mantiene que hasta ahora la Reserva Federal ha hecho bien en centrar la vista en la inflación.
No obstante, recalcó que en este momento "debe estar alerta respecto a la velocidad en la que el empleo y la actividad (económica) pueden debilitarse en una desaceleración".
Del mismo modo, el directorio señaló que tras el énfasis en la inflación, sus miembros "ven margen de flexibilidad para equilibrar los riesgos inflacionarios con la inquietud respecto a la actividad" económica.
Por su parte, los inversores predicen que el banco central reducirá el precio del dinero antes de final de año, según apuntan los mercados de futuros, que cambiaron su pronóstico de la noche a la mañana con el batacazo de las bolsas la semana pasada.
Una bajada de tipos ampliaría el crédito y daría alivio al mercado inmobiliario, al tiempo que aceleraría la caída del dólar, según los analistas.
Pase lo que pase, los expertos del Fondo creen que la moneda de EEUU debe depreciarse, bajo el peso de un déficit por cuenta corriente que se sitúa en el 6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).
No obstante, algunos de los miembros del Consejo, que no fueron identificados en el informe, dijeron que la evidencia de que el dólar está sobrevalorado "no es convincente".
En su informe, el directorio reiteró que Estados Unidos debe tomar medidas más drásticas para reducir su déficit y reformar sus programas de salud y pensiones, que considera "insostenibles".
Los expertos del FMI sugirieron una subida de los impuestos sobre los carburantes. En cambio, la Administración del presidente George W. Bush pretende que el Congreso haga permanentes las rebajas tributarias temporales que expiran en los próximos años. EFECOM
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