
El Gobierno indio aprobó hoy triplicar el salario de los miembros del Parlamento nacional, lo que desató las protestas de algunos diputados que estimaron el aumento de insuficiente, según publican distintos medios del país
Hasta ahora, los diputados de la Cámara Baja recibían un salario mensual de 16.000 rupias (343 dólares al cambio de hoy) y, con esta nueva medida, pasarán a cobrar 50.000 rupias (1.073 dólares), siguiendo la recomendación del Ministerio de Asuntos Parlamentarios, indicaron las agencias indias PTI e IANS.
El aumento, sin embargo, está muy por debajo de lo que defendía un panel parlamentario constituido al efecto y que había propuesto fijar el salario mensual en 80.001 rupias, una más de lo que cobran los secretarios del Gobierno.
"Retirad (la propuesta de) nuestro salario", gritaron hoy en el Parlamento varios diputados mientras se dirigían con actitud desafiante hacia la tribuna de la presidenta de la Cámara, Meira Kumar, quien tuvo que aplazar la sesión.
También mejoran las pensiones
A la mejora salarial de los parlamentarios se suma un significativo aumento de sus pensiones, que pasarán de 171 a 429 dólares y se duplicarán el monto mensual destinado para gastos de oficina y el subsidio que reciben por circunscripción (ambos pasarán de 429 a 858 dólares).
El Ejecutivo indio incluye en este nuevo paquete de medidas otra serie de ventajas fiscales, entre las cuales destaca el hecho de que los cónyuges de los diputados podrán viajar en primera clase de los medios de transporte.
En diciembre de 2008, el Parlamento de la India aprobó una subida que triplicó los salarios de la presidenta, el vicepresidente y los gobernadores estatales del país.
En la India, donde no existe seguridad social ni sistema público de pensiones, tres de cada cuatro personas sobreviven con unos ingresos iguales o inferiores a 615 rupias (12,3 dólares) al mes, según datos de una comisión estatal publicados en agosto de 2007.
En urbes como Nueva Delhi, sin embargo, el coste de la vida es mucho más alto en comparación con las áreas rurales, con precios a menudo similares a los de las ciudades occidentales.