
Los inversores conocerán este viernes la evolución del mercado laboral en Estados Unidos en julio, algo que les ha mantenido nerviosos toda la semana pues se prevé que los datos del Departamento de Trabajo reflejarán de nuevo una destrucción de empleo y un alza en la tasa de paro.
Los datos que difundió ayer ese mismo departamento, relativos a peticiones nuevas de subsidios por desempleo registradas la pasada semana, no suponen un buen augurio de los que saldrán a la luz en la próxima jornada, pues mostraron un aumento inesperado de 19.000 peticiones cuando se preveía un moderado descenso.
Ese incremento avivó los temores en el mercado a un mayor deterioro del empleo en EEUU y rebajó el optimismo moderado que habían suscitado el día anterior otros cálculos no oficiales, que apuntaron a un incremento de la contratación en el sector privado en ese mes superior a lo que se preveía (42.000 personas).
El dato que se difunde hoy a las 14:30 horas, con los mercados en plenas resistencias en Europa y EEUU: un dato mejor de lo esperado podría animar a los índices a atacar los máximos del año; una decepción podría acabar con este último intento de recuperación de los mercados.
Las previsiones de los analistas
Los economistas calculan que la economía perdió entre 65.000 y 90.000 empleos el mes pasado, después de la destrucción de 125.000 que se registró en junio, y que la tasa de desempleo suba una décima, al 9,6%. Algunas estimaciones también apuntan a que la tasa pueda quedar sin variación en el 9,5%.
Las principales razones que se esgrimen para justificar el aumento del paro en julio son el fin de los contratos temporales una vez que se ha terminado de completar el censo, lo que fue clave para la mejora del empleo en meses anteriores.
Una mejora sustantiva del empleo se considera que es vital para que los consumidores recuperen confianza e incrementen sus gastos en bienes y servicios, algo de lo que depende un 70% de la actividad económica en este país.