¿Se ha preguntado alguna vez cuántos resultados hay en una búsqueda en Internet sobre la palabra crisis?, ¿y si les decimos que sólo en el portal de Google aparecen nada menos que 180 millones de consultas? La situación económica es mejor que hace un año, según Almunia.
Crisis económica y financiera; crisis de Gobierno; crisis de la Marca España, crisis social, crisis del país... Tras un invierno muy caliente y una primavera que no apunta al optimismo, el Gobierno, primero, y la sociedad, después, se han dado cuenta de que la situación es muy complicada.
Y no sólo por los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) o las estadísticas macro que se han convertido en el pan de cada día, sino por el sentimiento de los consumidores, ese otro termómetro que mide la confianza que tienen los ciudadanos en sus políticos y en sus políticas. Y no es buena.
El pasado mes de junio, la confianza de los consumidores sufrió un nuevo batacazo, según corrobora el Índice de Confianza del Consumidor elaborado por Info Quest (Instituto de Investigación de Mercados y Opinión Pública) en exclusiva para elEconomista, con unos niveles de negatividad que, según los expertos, no se registraban desde marzo de 2009.
En resumen, los consumidores chocaron de nuevo en junio con una realidad negativa que se tradujo en una caída de seis puntos respecto a mayo y que alcanzó el valor de -78, en una escala que va desde -100, como situación más desfavorable, a 100, como expresión de máxima confianza.
Demasiada incertidumbre
El dato de junio remueve de nuevo los miedos de marzo de 2009, mes en el que se dio a conocer la mayor tasa desempleo del periodo de crisis -3,6 millones de parados, lejos de los dos millones de desempleados que tenía la economía española en septiembre de 2007-.
Una reforma laboral con muchas dudas, un plan de ajuste del déficit de Gobierno incierto y la anunciada subida del IVA -que entró el 1 de julio en vigor y que supone un varapalo para familias y pensionistas-, son causas de ese miedo psicológico que Info Quest refleja en sus encuestas y que, en su opinión, tendrán largo recorrido.
De esta manera, los encuestados creen que la situación económica se prorrogará durante los próximos 12 meses. Así, los que opinan que la situación mejorará están 40 puntos porcentuales por debajo de los que creen que todavía será peor durante el próximo año -el 54% del total de las personas entrevistadas-, un dato que choca con la encuesta de mayo, cuando los que mantenían esta opinión el mes anterior era del 29%.
¿Qué ha sucedido?
¿Qué ha pasado en junio para que crezca el pesimismo? Según el Instituto de Investigación de Mercados y Opinión Pública, el Índice de Confianza del Consumidor revela que los entrevistados son, en general, bastante más negativos que en la segunda mitad del año pasado, donde desde mayo se alcanzaron niveles superiores a -60.
"Este pesimismo se ha visto fuertemente incrementado en los último meses por las frecuentes noticias económicas negativas", subrayan los expertos del Instituto de Investigación.
Además de medir la percepción de los consumidores tanto de la situación económica del país como de su hogar, las encuestas de Info Quest recogen también la intención de compra de determinados bienes de consumo duraderos que suponen un desembolso considerable para los ciudadanos.
Se agotan los ahorros ante la subida de precios
La percepción que existe entre los consumidores sobre el descenso o mantenimiento experimentado en los precios en los últimos meses aumentó 15 puntos (-48) sobre los niveles del mes de mayo. Los encuestados creen que los precios se incrementarán con la subida del IVA y aprovecharon el mes de junio para tirar de los ahorros familiares y adelantar compras.
Ello explica que el índice de ahorro familiar cayera de manera importante, del -11 al -28 y, como consecuencia, que el 23% de los entrevistados crea que en los próximos 12 meses se verán obligados a "echar manos de los ahorros". El mes anterior, sólo un 11% lo tenía en mente.
La pregunta lanzada por Info Quest en una muestra de 2.000 casos con encuestas a nivel nacional fue directa: "¿Cree usted que podrá ahorrar en los próximos 12 meses? Un 40% lo tiene claro: "No, seguro". Sólo un 6% de las personas consultadas dijeron que sí podía ser realidad.
Posibilidad de ahorro que no coincide con el propósito de la población de ahorrar en este momento. A medida que avanza el año, crece el miedo y las dudas pesan más sobre unos ciudadanos que no ven soluciones, o al menos, soluciones rápidas y claras que les dé confianza. Las circunstancias cambiaron en junio y un 3% de estos entrevistados, frente al 1% del mes anterior, cree que "ciertamente" sí es razonable pensar en tener un colchón que dé seguridad ante posibles adversidades (sobre todo el desempleo, una de las mayores preocupaciones del país).
Se trata de una respuesta comprensible cuando se comprueba que la situación actual de los hogares españoles es la de "echar manos de los ahorros" (23% frente al 11% de mayo), "gastar lo que ingresa" (56%) o "ahorrar un poco" (dato que baja del 27% de mayo al 14% del último mes).
La encuesta para elEconomista desvela, según Info Quest, desencanto. Los ciudadanos han puesto los pies en la tierra y ahora sus expectativas parecen estar más acorde con la situación actual.
Disminuye la confianza en el sistema y en sus dirigentes políticos, bajan al límite los pocos ahorros que ya quedaban en casa y, lo que es indicio de un pesimismo generalizado y que aleja cualquier esperanza de aquellos brotes verdes tan anunciados por el Ejecutivo, crece "el convencimiento de que la situación actual se puede deteriorar en 2011".