Economía

Los cerdos disparan la inflación y obligarán a China a subir los tipos de interés

El precio de la carne porcina ha subido un 50% y ha llevado la inflación al peor de sus datos. Foto: Archivo
A ver si, al final, el Año del Cerdo que está celebrando China se le atraganta a su economía. Después de años batiendo todos los registros y de exhibir unos indicadores macroeconómicos que son la envidia de todo el planeta, a China se le ha encendido la luz de alarma de la inflación.

Ayer, el Ejecutivo comunista hizo públicos los datos de inflación del mes de mayo y, como se preveía, ésta se disparó hasta el 3,4 por ciento, cuatro décimas por encima del objetivo oficial del 3 por ciento y su mayor nivel desde febrero de 2005. En principio, la cifra no debería ser extraordinariamente preocupante, pero los analistas coinciden en señalar que puede marcar una tendencia alcista del precio del dinero que ponga fin a una década de estabilidad inflacionaria pese al exagerado crecimiento del gigante asiático.

Un 50% más en un año

Paradójicamente, en pleno Año del Cerdo es el coste de la carne de estos animales la que está capitaneando la subida. El precio de la carne porcina ha aumentado un 50 por ciento en los últimos 12 meses, impactando directamente sobre el índice de precios al consumo (IPC) ya que supone un 4 por ciento de la cesta.

¿Las causas? Se apuntan dos: por un lado, la enfermedad de la oreja azul, un virus que ataca los pulmones de dichos animales y que habría provocado la muerte de entre 18.000 y 20.000 millones de cerdos, según las fuentes. Ello habría ocasionado una drástica reducción de la oferta y abastecimiento de carne porcina en un país que la consume masivamente -42.000 millones de kilos de dicha carne al año-.

Y por otro lado está la subida de los precios globales del grano, que habría encarecido de forma considerabe el coste del alimento de los cerdos.

Menús de pollo

El caso es que el repunte de los precios de la carne de cerdo llena de preocupación a los líderes económicos de Pekín. A medida que escala el precio de ese alimento básico, crece el temor a que los consumidores opten por menús que incluyan pollo, ternera o pescado, disparando también los precios de éstos y, por tanto, la inflación, ya que los alimentos suponen un 33 por ciento del IPC.

De hecho, la presión inflacionista ya se ha trasladado a los huevos, cuyo precio subió un 37 por ciento el mes pasado, así que muchos analistas apuntan que en las próximas semanas el Ejecutivo chino se verá obligado a subir de nuevo los tipos de interés para tratar de controlar la elevada inflación.

"Si el precio del cerdo no se puede controlar, una subida de los tipos será inevitable", declaró Lu Lei, director del Centro de Investigación Financiera del Instituto chino para Reforma y Desarrollo. El banco de inversión Goldman Sachs, por su parte, asegura ahora que la inflación superará el 4 por ciento "muy pronto".

Tan fuerte como la gasolina

La cuestión es que Pekín ve con muy malos ojos que la inflación se le pueda escapar de las manos. El Ejecutivo comunista no olvida que en los sucesos de Tiananmen de 1989, que derivaron en la conocida revuelta social y la posterior masacre, la desbocada inflación desempeñó entonces un rol fundamental como desencadenante de las protestas.

Actualmente, el precio de la carne porcina tiene un impacto similar en China al que tiene en Estados Unidos el precio de la gasolina. Sobre todo, entre cientos de millones de chinos con bajos ingresos que tienen en dicha carne a la proteína principal de su dieta.

De ahí que fuera el propio primer ministro, Wen Jiabao, quien cogiera las riendas del problema e hiciera un llamamiento para reconducirlo: "Hemos notado un aumento del precio del cerdo y en el Gobierno estamos haciendo todos los esfuerzos para garantizar el suministro de cerdo y mantenerlo accesible", dijo.

Medidas de choque

Para estabilizar los precios, Wen apuntó que aumentará la distribución de cerdos de sus reservas estratégicas, previstas para situaciones de emergencia, al tiempo que ha puesto en marcha distintas políticas con hasta 10 ministerios y organismos del Ejecutivo con el único objetivo de frenar la subida de los precios de la carne porcina.

Además de todas ellas, parece también inevitable que el Banco de China suba a corto plazo los tipos de interés. De producirse, sería la segunda subida de tipos este año, después de la de marzo, aplicada para frenar la inflación, y que situaron los tipos de los depósitos en el 3,06 por ciento y el de los créditos en el 6,57.

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