El poder en Canarias, como ocurre en todo el norte de África, arrastra ciertos elementos tribales. Y no es despectivo. Es así. Y por eso en las Islas la bronca es permanente.
De nada le puede servir al PSOE o PP ganar en los próximos comicios del 27 de mayo si Coalición Canaria controla el voto de La Palma, Lanzarote, Fuerteventura, El Hierro e incluso Tenerife, que es la mayor de todas. Entre todas, neutralizan electoralmente a populares y socialistas.
En fin, el PSOE se presenta a las elecciones con un ex ministro como López Aguilar que ahora no tiene pelos en la lengua para decir lo que piensa. Y el PP presenta a un José Manuel Soria, que se atrevió a autoproclamarse representante en las Islas de los valores de Sarkozy antes que el electo presidente francés metiera en su gobierno a dirigentes socialistas.
Madrid sabe mucho. Y quizás aunque CC sea la fuerza perdedora de las elecciones desde un punto de vista parlamentario, de acuerdo con las tesis demoscópicas de la prensa insular, Paulino Rivero podría formar Gobierno. De paso, Moncloa se ahorra un dolor de cabeza permanente en este territorio alejado de los centros decisorios de la capital del Estado. Si CC formara Gobierno no lo haría con un partido fuerte tipo PSOE. Lo haría con uno débil, que sería el PP porque no controla el BOE.
Gane quien gane el domingo siempre estará CC, puesto que un pacto entre PSOE y PP en Canarias es imposible desde la perspectiva de Madrid que, entre otros efectos colaterales, vería el aumento de un nacionalismo que no controlaría ni Bruselas con sus cheques.
La cuestión económica
La economía canaria, por su parte, ha estado en los últimos meses bloqueada porque depende en buena parte de la obra civil. La detención de ejecutivos de empresas peninsulares y funcionarios públicos de las Islas, mayormente ingenieros industriales, ha motivado que en el Archipiélago haya una psicosis colectiva a la hora de emprender acciones. Y quien más lo está notando es Bruselas, porque en los despachos comunitarios se comienza a comprobar que no se ejecuta el presupuesto en fondos de cohesión que se transfieren al Archipiélago.
¿Y qué tiene esto que ver? Muy sencillo: los funcionarios ya no llaman a los empresarios a decirles que se acaba el tiempo o que falta algún papel en la documentación de un concurso. El resultado es desolador: convocatorias desiertas por temor a los pinchazos y pisar charcos.
Evolución macroeconómica
Por lo demás, la continuidad y la estabilidad han marcado el comportamiento de la economía canaria en el arranque del 2007, protagonizado por el importante dinamismo del empleo, aunque también se aprecian síntomas de debilitamiento de la demanda interna. Por ejemplo: las matriculaciones de turismos han bajado un 5 por ciento respecto al mismo periodo de 2006.
La inflación está controlada gracias a la mano de obra foránea y hay una caída considerable de las solicitudes de financiación que presentan las empresas, hasta el punto que apenas se ha cubierto el 60 por ciento de las líneas del ICO, cuando otros años a estas alturas del ejercicio estaban totalmente agotadas.