Economía

Aragón no quiere frenar su economía ahora

Los candidatos se vuelcan en la misma obsesión: aprovechar la posición estratégica de la comunidad.Foto: Archivo
Con unos datos de crecimiento por encima de la media española, liderado en gran parte por el tirón del sector servicios, y una bonanza económica que se refleja también en términos de empleo, dado que en algunas áreas de actividad hay un especial déficit de mano de obra, Aragón afronta una nueva campaña electoral enmarcada en uno de sus momentos más álgidos con la celebración de la Exposición Internacional Zaragoza 2008.

Pero la intención es que este evento no sea un hecho focalizado sólo en la capital zaragozana, sino que su tirón se refleje en todo el territorio aragonés y su proyección continúe una vez finalizada la muestra. Porque dentro de este marco también se encuentra un Teruel que quiere existir y una Huesca con voluntad de tener un mayor desarrollo económico, así como algunas luces y sombras como la llegada de más empresas a Aragón y las crisis de compañías como Mildred, Delphi, Ercros o Meflur.

En este contexto, nuevas propuestas y otras no tan nuevas vuelven a aparecer con motivo de una campaña electoral en la que las diferentes fuerzas políticas presentan cada una su modelo de desarrollo económico en el que hay puntos en común, pero también diferencias. Entre esos nexos de unión se encuentra el hecho, por ejemplo, de reclamar más infraestructuras y comunicaciones para aprovechar esa posición geoestratégica de Aragón, que tanto está en boca de todos los partidos políticos por considerar que son claves para que la comunidad autónoma siga creciendo, además de ser una reivindicación de muchos empresarios aragoneses, al igual que la supresión del impuesto de sucesiones.

Frente a estas uniones hay discrepancias en actuaciones industriales. Bajo un prisma común de que Aragón debe apostar por la diversificación de la industria para evitar la dependencia de un solo sector -el de la automoción-, los partidos hacen sus propuestas.

El PSOE fija su área de actuación en cinco grandes ejes (turismo de interior, la agroindustria, las energías renovables, la logística y las tecnologías avanzadas), propugna el importante papel que tienen las cajas de ahorro en Aragón, y aboga por adaptar la legislación autonómica a la norma estatal tras las múltiples reformas de los últimos años.

Por su parte, el PP propone un modelo tributario con menos impuestos, además de contemplar medidas que puedan favorecer la sucesión en la pequeña empresa por parte de familiares o trabajadores. En relación a la industria apuesta por la creación de una Agencia de Desarrollo Industrial en Aragón y por diversificar la actividad empresarial apoyándose en la logística, nuevas tecnologías y sector agroalimentario, aparte de apostar por el hidrógeno, una iniciativa que comparte con el PAR.

El Partido Aragonés recoge en su programa electoral actuaciones para que las empresas sean más competitivas en el mercado nacional e internacional, facilitar su instalación y expansión y apoyar a los jóvenes emprendedores, autónomos y pequeño comercio a través de diversas actuaciones como el plan de apoyo a los autónomos y jóvenes emprendedores o el desarrollo de medidas para sectores maduros.

La apuesta de CHA se centra en que las Cortes aragonesas tengan capacidad para legislar en el ámbito socio-laboral y en la necesidad de gestionar las políticas pasivas de empleo, así como en la conveniencia de reformar el impuesto sobre sucesiones y donaciones y su adaptación a las características del derecho foral de Aragón. Finalmente, IU promueve un modelo basado en un sector productivo público con especial relevancia en la energía, investigación y transporte.

Las polémicas

Y en este panorama vuelve a aparecer el caso del trasvase del Ebro, un tema que ha saltado otra vez a primera plana tras las recientes palabras pronunciadas por el candidato del PP al Gobierno central, Mariano Rajoy, en las que indicaba que habría agua para todos y que desencadenaron toda una catarata de reacciones.

Las actuaciones contempladas para el estadio de fútbol de La Romareda en Zaragoza también ha sido motivo de enfrentamiento durante varias legislaturas desde que en 1999 la UEFA dijera que el campo necesitaba obras urgentes. Las discrepancias, que se remontan desde la alcaldía de la popular Luisa Fernanda Rudi y que se basan en el posible traslado del campo y la financiación de las obras, se han sucedido a lo largo de todas las legislaturas en las que han gobernado diferentes fuerzas políticas. La última actuación propuesta, con un Ayuntamiento PSOE-CHA, llegó a los tribunales quedando paralizada. A lo largo de las diferentes legislaturas se han gastado alrededor de 2 millones de euros en proyectos, estudios… para que La Romareda siga como estaba.

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