Economía

País Vasco: de nuevo, a vueltas con la política fiscal

La polémica no cesa con la presencia de ANV en los comicios.Foto: Archivo
Los comicios locales en el País Vasco afectan además de a los Ayuntamientos, a las juntas generales y diputaciones forales. Dada la configuración institucional vasca, heredada de la tradición foral, cada provincia o territorio dispone de su propio parlamento (Junta General) y de su propio Ejecutivo (Diputación Foral).

En estos comicios han de renovarse los 51 escaños que tiene cada Junta General (Vizcaya, Álava y Guipúzcoa), para después elegir en sesión parlamentaria el equipo de gobierno que liderará cada Diputación de la mano de su diputado general.

En estas elecciones un nuevo partido político estará presente: ANV. El Tribunal Supremo anuló 133 de sus candidaturas por dar continuidad a la ilegalizada Batasuna. Pero ayer, esta última formación pidió el voto para ANV. Para la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), este gesto es más que suficiente para instar su ilegalización.

Por otra parte, afirmar que en estas elecciones están en juego los ingresos radica en que son las diputaciones forales y los Ayuntamientos las instituciones recaudadoras de los impuestos, mientras que el Gobierno vasco es el gran ejecutor del gasto o redistribución de dichos ingresos. Asimismo, toda la política fiscal recae en las diputaciones y juntas generales, que son las que aprueban y reforman todas las normativas fiscales, incluida el polémico Impuesto sobre Sociedades.

Candidatos forales

De los tres diputados generales actuales, sólo repite candidatura el vizcaíno José Luis Bilbao, del PNV; mientras que el guipuzcoano Joxe Joan González de Txabarri no contó con el respaldo del PNV para su reelección; y el alavés Ramón Rabanera, del PP, estima que llegó la hora de su retirada de la vida pública. Precisamente, José Luis Bilbao es el que tiene más probabilidades de reelección, ya que Vizcaya es el feudo natural del PNV. Sus principales oponentes son el popular Carlos Olazabal y el socialista José Antonio Pastor.

La incertidumbre electoral está en Álava, no por una esperada debacle del PP, sino por el previsible cambio de alianzas del PSE, que parece reorientarse hacia el PNV, con lo que desbancaría al PP de la Diputación y del Ayuntamiento de Vitoria. Difícil es predecir quién será el diputado general alavés: el popular Javier de Andrés, el nacionalista Xabier Agirre o el socialista Txarli Prieto.

En Guipúzcoa todo apunta a que el PNV será el más votado, pero sin grandes mayorías para ninguna formación, por lo que sumar un gobierno fuerte requerirá de un verdadero encaje de bolillos. Además, aquí será donde mejores resultados obtenga la izquierda abertzale.

Distorsiones políticas

La polémica está servida con la presencia de ANV y Abertzale Socialista -siglas de la órbita de Batasuna- en lo que algunos consideran la claudicación de Zapatero frente a la presión de ETA; mientras que otros perciben una persecución política y judicial contra la izquierda nacionalista.

En el trasfondo se encuentra la necesidad de la izquierda abertzale de regresar a las instituciones, ya que el ostracismo de los últimos años ha hecho mella. Para el PNV la presencia de AS y ANV es una oportunidad para derrotar a los violentos en las urnas. A quien más puede perjudicar electoralmente es a la coalición Izquierda Unida/Aralar y a Eusko Alkartasuna, dado que ambas representan opciones de corriente nacionalista de izquierdas. Además, esta vez EA concurre a las elecciones sin el paraguas de la coalición con el PNV.

Los escándalos de Guipúzcoa

En plena campaña electoral el PNV se ha encontrado con dos escándalos en Guipúzcoa que podría perjudicarle mucho. Ambos están relacionados con la Hacienda. Primero tuvo que dimitir su candidato a la Diputación guipuzcoana, Jon Jauregi, ante las sospechas de que no habría declarado al fisco todo su patrimonio. Hubiera sido irónico que el máximo responsable de la Hacienda fuera sospechoso de no cumplir con sus obligaciones fiscales. Ahora se ha destapado un fraude cometido desde las oficinas de Hacienda de Guipúzcoa que salpica a antiguos cargos del PNV y al actual senador Víctor Bravo.

Fusión cajas e impuestos

Una de las principales repercusiones económicas que tendrán estos comicios forales será la fusión de las cajas de ahorros vascas. Si las alianzas postelectorales desbancan al PP de los gobiernos de la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria, se puede asegurar con total rotundidad que la integración de BBK, Kutxa y Caja Vital sólo es cuestión de meses. Para el PNV es una prioridad, el PSE la respalda y sólo el PP se opone.

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