Economía

La reducción del déficit no será inocua para el crecimiento y el empleo

Todo el mundo está de acuerdo en que España tiene que reducir su déficit, y mucho se ha hablado de las medidas que se tienen que tomar para conseguirlo, aunque no haya pasado lo mismo con las consecuencias de esas medidas: la ralentización de la recuperación económica y del mercado laboral. Los excesos del pasado no saldrán gratis y sólo se corregirán alargando el sufrimiento económico. El Banco de España ha vuelto a pedir hoy al Gobierno reducir el déficit para evitar problemas.

"Cualquier reducción del gasto tendrá repercusión negativa para la evolución del Producto Interior Bruto (PIB)", asegura Pablo Guijarro, analista de AFI (Analistas Financieros Internacionales). Al mismo tiempo, puntualiza que no toda la reducción del gasto tendrá el mismo efecto. "El recorte de la inversión puede ser muy negativo, por lo que lo ideal es que el Gobierno reduzca el gasto no financiero, cuyo impacto será mucho menor para la economía", explica.

Respecto a la subida del IVA que el Gobierno efectuará en julio, Guijarro considera que "tendrá un impacto negativo en el consumo que se agrava al producirse en un contexto de alta tasa de paro que ya de por sí frena el gasto, lo que inevitablemente afectará a la recuperación económica".

Para José Luis Martínez, estratega de Citi en España, "sin duda, el potencial impacto a corto plazo de las medidas para reducir el déficit es negativo" y cree que es "más negativo cuanto más se aplacen las medidas".

Martínez puntualiza que "no es lo mismo un recorte de gasto que subidas de impuestos". "Siempre confías en que adoptar unas medidas valientes de ajuste fiscal con otras de tipo estructural para flexibilizar la economía podrían tener un impacto neto negativo a corto plazo asumible", añade.

La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) también considera que las medidas para reducir el déficit tendrán efectos secundarios. De hecho, por este motivo el organismo revisó a la baja en marzo dos décimas su previsión de caída del PIB español para este año, hasta el -0,7%, y cinco décimas el crecimiento de 2011, hasta el 0,8%.

Según consta en su último número de la revista Cuadernos de Información Económica publicado hoy, el empeoramiento de sus previsiones se explica por "el impacto de las medidas de recorte del gasto público y, en mucha menor medida, de subida del IVA, dirigidas a restablecer el equilibrio fiscal".

Estas medidas "contrarrestarán la mejoría de las perspectivas para la demanda interna privada en su conjunto y para las exportaciones", explica.

El empleo tardará en mejorar

El frenazo para la recuperación económica producirá inevitablemente que el dañado mercado laboral tampoco mejore. Los analistas estiman que para que la economía española sea capaz de crear empleo necesita crecer a un ritmo de aproximadamente el 2%, algo que tardará años en ocurrir. El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que España no crecerá a ese nivel hasta al menos 2016.

A pesar de ello, de estas consecuencias, los analistas consideran indispensable reducir el déficit. "Las medidas hay que tomarlas a pesar de sus efectos negativos sobre la economía, sobre todo después de ver lo que le ha ocurrido a Grecia", indica Guijarro.

Martínez también considera que, "de cualquier forma, a medio plazo", las medidas "sí son claramente positivas".

Funcas cree que "la reforma más urgente que hay que abordar es la reducción del déficit público y todas las reestructuraciones de comportamiento presupuestarios que ello comporta".

España cerró 2009 con un déficit público del 11,2%, la tasa más elevada de la historia reciente de la democracia, y una de las más altas de la Unión Europea. Tan sólo Irlanda (14,3%), Grecia (13,6%) y Reino Unido (11,5%) tienen un agujero mayor que el español.

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