Economía

El volcán hace cenizas 600 millones de las aerolíneas

Los grandes grupos europeos o con intereses en aeropuertos, como Ferrovial, se desploman tras el cierre de los espacios aéreos de diez países. Se calcula que las compañías aéreas están dejando de ingresar 150 millones de euros al día por el colapso.

Las cenizas del volcán islandés Eyjafjallajokull deshicieron ayer los beneficios en bolsa y las cuentas diarias de las principales aerolíneas europeas. Cuando el sector apenas lleva unos meses con atisbos de recuperación, en los que la demanda de pasajeros está levantando cabeza, la erupción en Islandia lo ha vuelto a sepultar momentáneamente.

Las consecuencias de la nube de polvo volcánico que cubrió el norte de Europa llegaron ayer a las puertas de los parqués comunitarios y golpearon a las cotizaciones de las grandes aerolíneas y de los grupos con intereses estratégicos en los aeropuertos. Hasta tal punto, que el sector fue uno de los que peor se comportó al caer en su conjunto un 1,85 por ciento. Sólo otros sectores -materias primas, bancos y tecnológicas-, experimentaron descensos superiores, que rondaron el 3 por ciento.

Lufthansa fue la aerolínea más castigada con una caída en sus títulos del 4,10 por ciento. El gigante alemán tiene muchas rutas que contactan con los países nórdicos, los más afectados por la erupción.

En un segundo escalón estaban Air France, que se desplomó un 3,42 por ciento; e Iberia, que perdió el 3,38 por ciento de su valor en bolsa. Y eso que la española tiene su principal negocio de rutas, en torno el 50 por ciento, con América Latina, lo que les debería haber llevado a notar menos en el parqué las consecuencias de la parálisis aérea del norte de Europa. Sin embargo, gran parte de los vuelos transatlánticos de la compañía presidida por Fernando Conte se llenan con pasajeros del resto de Europa.

Con todo, Iberia sigue siendo el mejor valor del selectivo español, al anotarse una subida del 35 por ciento en lo que va de año, una revalorización muy superior a la siguiente compañía con mayor avance, la constructora OHL.

Su socia British Airways, que canceló todos sus vuelos hasta el domingo, tuvo un comportamiento parecido: cayó un 3,13 por ciento en la jornada. Reino Unido fue uno de los estados más afectados por la cancelación de vuelos y por la no operatividad de la mayoría de sus aeropuertos. Pese a todo, finalmente, no se cerró el conjunto del espacio aéreo británico.

Paralelamente, las grandes operadoras de viajes también sufrieron ayer la debacle de sus primas hermanas. El operador de cruceros Carnival vio cómo sus títulos caían más del 2 por ciento y la mayorista británica de agencias Thomas Cook descendió en el conjunto de la jornada un 2,39 por ciento.

Otros grandes grupos con intereses aeroportuarios también notaron las vibraciones del volcán en los mercados. El gigante español Ferrovial, que gestiona la explotación de aeropuertos británicos como Heathrow, en Londres, pagó su vinculación al negocio con una notable caída del 2,75 por ciento.

150 millones de pérdidas al día

Las cuentas de las aerolíneas también se vieron salpicadas por las cenizas del Eyjafjallajokull. Según las previsiones que IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo) ha trasladado a este periódico, se calcula que las aerolíneas europeas dejarán de ingresar al día 200 millones de dólares (150 millones de euros) por el colapso. Como el fenómeno geológico podría afectar al espacio aéreo europeo un mínimo de cuatro días, la factura alcanzaría unos 600 millones de euros.

Y eso que la organización ha sido bastante discreta en sus estimaciones iniciales y no ha incluido en su análisis inicial otros costes extras como el traslado de aeronaves a sus puntos de origen, la atención a los pasajeros y el hecho de que los aviones queden inmovilizados en los aeropuertos, ya que el negocio de la aviación depende, entre otras cosas, de las horas en vuelo que cada día opera su flota.

Las estimaciones realizadas desde Londres por las consultoras de transportes fueron un poco más optimistas: las pérdidas estimadas para las aerolíneas rondan los 110 millones de euros diarios y algunas de las grandes, como British Airways o Lufthansa, tendrán un agujero en torno a los 11 millones cada jornada. Además, debido a la crisis del sector, ninguna compañía puede permitirse gastos extra para alquilar naves adicionales una vez recuperada la normalidad. En consecuencia, el montante global que supondrá el caos no se conocerá hasta que los servicios funcionen regularmente de nuevo, aspiración que tardará, al menos, una semana. Las operaciones se irán normalizando a principios de la que viene, pero el efecto dominó de las cancelaciones masivas implicará días.

Sin embargo, la otra cara de la moneda la protagonizaron las empresas que, por la parálisis aérea, se beneficiaron de unos servicios reforzados. Compañías de cruceros y ferroviarias como Eurostar atendieron a los miles de afectados. Así, los 58 trenes de Eurostar, que comunica por el Canal de la Mancha la isla británica con el Viejo Continente, tenían todas sus plazas ocupadas, con unos 46.500 pasajeros.

Más del 40% de cancelaciones

Los datos que ofrecía ayer la agencia comunitaria Eurocontrol eran poco alentadores. El principal organismo aéreo europeo de control de tráfico aéreo calculaba que en la jornada se cancelaron 16.000 vuelos de los previstos en el Viejo Continente y sólo volaron 12.000, lo que supone más del 40 por ciento por ciento del total de las operaciones previstas. En España, un total de 1.246 vuelos dirigidos al norte de Europa habían sido cancelados a cierre de esta edición como consecuencia de la nube de cenizas, según informó Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena).

Las previsiones para el día de hoy, sábado, son similares en número de vuelos cancelados.

Derechos de los ciudadanos

Bruselas pidió ayer a los ciudadanos europeos que reclamen sus derechos en medio de la erupción y advirtió de que vigilará "de muy cerca" el comportamiento de las aerolíneas. La Comisión Europea animó a los pasajeros a que exijan el dinero del billete a las compañías aéreas, aunque ésta es la última opción que están planteando a sus clientes cuando van a reclamar. Antes les ofrecen cambiar el billete por otra fecha o un vale por su importe para gastar en cualquier otro vuelo de las aerolíneas.

En el conjunto de Europa, la parálisis de gran parte de su espacio aéreo, la mayor desde el 11-S de 2001, afectó a miles de pasajeros en el Viejo Continente y a conexiones con Asia y EEUU. 

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