
La reforma laboral que presentó el Ejecutivo a los agentes sociales el pasado lunes incluye guiños, como no podía ser de otra manera, a ambas partes de la mesa de negociación social. No sólo abaratará el despido reduciendo la indemnización del contrato a 33 días, sino que también incorpora la clarificación de las causas objetivas de despido. Esto beneficiará al mundo empresarial, ya que podrán cesar mediante despidos procedentes de forma más fácil y, por tanto, más barata.
Pero esta medida no quiere decir que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se haya olvidado de los sindicatos. Y, por tanto, la iniciativa no viene sola. Sino que el documento incluye la posibilidad de que el despido exprés pase a mejor vida.
El denominado coloquialmente despido exprés se produce cuando el empresario despide de forma improcedente a un trabajador, lo reconoce y le paga el total de la indemnización que le corresponde.
Eso sí, tiene que hacerlo efectivo en un plazo máximo de 48 horas y registrarlo en los servicios de administración de mediación, que lo reconocen como tal. Aquí finalizan los trámites del despido. Con ello, se evita que el trabajador recurra este despido y, al mismo tiempo, se pierda tiempo en juicios y, por tanto, que el empresario tenga que pagar el salario de tramitación, que suele encarecer notablemente los costes del despido.
Guiño hacia los sindicatos
Y es que el párrafo de "resultaría necesario recuperar en la práctica el derecho a la tutela judicial efectiva" desmonta la baraja a los empresarios. Sí consiguen mayor claridad en las causas del despido objetivo, pero recuperan la sombra del juez, y la posibilidad de que deshacerse de un trabajador de forma inmediata sea materialmente imposible.
Esta modificación hará posible que el trabajador denuncie al empresario incluso cuando éste haya reconocido que está despidiendo de forma improcedente, lo que alargará notablemente los plazos de despido, los costes del mismo y, puede que en muchas ocasiones, se eludan despidos para evitar que el empresario se introduzca en una maraña judicial.
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