Ayer el Gobierno presentó sus propuestas de reforma laboral. Entre los puntos fundamentales del texto, el más polémico ha sido el de la generalización del contrato de fomento del empleo, con 33 días de indemnización en caso de despido. Sobre este tema, la ministra de Economía, Elena Salgado, ha asegurado que es un "impulso a la contratación" y no un abaratamiento del despido. Todo lo que debe saber sobre la propuesta de reforma laboral.
En declaraciones a los medios en los pasillos del Senado, la vicepresidenta segunda afirmó que la apuesta consiste en "tratar de favorecer la contratación y de esa manera hay que verla".
Preguntada por las lecturas que se han hecho en las últimas horas y que apuntan a un posible abaratamiento del despido, la ministra de Economía y Hacienda fue contundente: "Intepreto que (en la propuesta) hay facilidades a la contratación y un impulso a la contratación".
Favorece la creación de empleo
"La valoración de la propuesta del Gobierno es positiva, pero hay que seguir discutiendo con los agentes sociales", añadió Salgado, que insistió en que "son propuestas dedicadas todas ellas a favorecer la creación de empleo y la contratación indefinida".
El borrador trasmitido ayer a los agentes sociales tiene como uno de sus ejes principales el de la ampliación del contrato de fomento a la contratación indefinida, que tiene un coste de despido de 33 días por año trabajado.
Además, contempla la reducción de 45 a 33 días de la indemnización en el caso de despidos improcedentes por motivos disciplinares en este mismo contrato.
El documento incluye también la posibilidad de que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) se haga cargo de hasta el 40% del coste de despido a las empresas con dificultades económicas objetivas.
Confianza de Bruselas
Antes, durante su intervención en el Senado, la vicepresidenta Económica también se ha referido a los planes de reducción de déficit del Gobierno. Según Salgado, Moncloa "tiene la confianza de los mercados y de Bruselas".
En respuesta a una pregunta del Grupo Popular en la Cámara Alta, la ministra aseguró que tanto la Unión Europea como la OCDE están modificando sus previsiones de crecimiento para España en 2010 y "lo seguirán haciendo hasta converger" con las del Ejecutivo. "La posición del Gobierno es mucho más creíble que la de mucho países del entorno", añadió.