
Sin cambios a la vista en los intereses oficiales, el euribor se mantendrá en niveles históricamente bajos. Podría repuntar, pero de forma moderada, para despedir el año por debajo del 2%.
El último viaje tuvo lugar el 7 de mayo de 2009. Ese día, y tras reunirse en su cuartel general de Fráncfort, el Banco Central Europeo (BCE) redujo los tipos de interés de la zona euro hasta el 1 por ciento, el nivel más bajo de la historia. Desde entonces, el precio del dinero no se ha movido. La institución presidida por el francés Jean-Claude Trichet entendió que no hacía falta reducirlo más, a diferencia de otras entidades, como la Reserva Federal estadounidense o el Banco de Inglaterra, que sí viajaron al planeta de los tipos de interés 0: el primero, los mantiene entre el 0 y el 0,25 por ciento desde diciembre de 2008 y el segundo, en el 0,5 por ciento desde marzo de 2009.
Aparcados los recortes, el mercado asume que la próxima vez que el BCE toque los intereses será para elevarlos. La gran pregunta reside en cuándo lo hará. Y la respuesta de 11 de los 15 expertos consultados por elEconomista consiste en que no tendrá lugar hasta 2011. Los restantes, aunque sí contemplan la posibilidad de que los intereses suban este año, tampoco atisban demasiadas urgencias: el aumento esperará hasta el último trimestre.
De la débil recuperación...
Dos son las principales razones que esgrimen quienes consideran que este año no se encarecerá el dinero. La primera, la fragilidad de la recuperación y la consiguiente ausencia de presiones inflacionistas serias. "No hay razones para subir antes ya que no se ven presiones de inflación por fundamentales, ni un crecimiento robusto; más bien al contrario", sentencia Alberto Matellán, director de estrategia y macroeconomía de Inverseguros. Y advierte: "Una subida precipitada supondría un gran riesgo porque incrementaría las dificultades de financiación pública en varios países de la zona y podría comprometer la recuperación en la región central". "Creo que no subirá los tipos hasta el primer trimestre de 2011 por la debilidad que sigue mostrando la economía de la eurozona, el exceso de capacidad sin utilizar y la contención salarial, que hacen que la inflación sea algo muy lejano y/o coyuntural", argumenta Juan Ignacio Crespo, de Thomson Reuters.
Para Stefan Isaacs, gestor de M&G Investments, Trichet preferirá pisar un terreno más consistente antes de actuar. "El BCE querrá estar seguro de que la recuperación está en suelo firme antes de subir los intereses. Creo que esto no ocurrirá hasta 2011", vaticina. "El crecimiento y el empleo de la eurozona es posible que sigan con retraso con respecto a Estados Unidos", explica igualmente Michael Woolfolk, de BNY Mellon, para justificar que el BCE no eleve los tipos en 2010.
José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, tampoco intuye prisas en el seno del BCE, porque "el consumo privado alemán ha vuelto a entrar en recesión y elimina las presiones sobre la inflación subyacente europea, lo cual da mucho margen al BCE para normalizar su política heterodoxa de liquidez y priorizar la recuperación de la actividad y el empleo versus la inflación". Eso sí, a su juicio no hay que descartar que la institución mueva ficha en los tres últimos meses de 2010.
...a la tragedia griega
En cuanto a la segunda razón que puede motivar una actitud prudente por parte del BCE, no es otra que la crisis financiera de Grecia y las dudas que inspiran otros eurosocios. "Las dudas sobre la solvencia de países dentro del euro harán retrasar la subida", valora Juan Ramón Caridad, socio de Atlas Capital. "No hay que pasar por alto el tema de Grecia y del resto de países periféricos. Un incremento de tipos antes de lo estrictamente necesario podría ser la puntilla para estas economías tan endeudadas", avisa Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities.
Ahondando en este asunto, Rosa Duce, economista del Centro de Inversiones de Deutsche Bank en España, recuerda que el BCE puede actuar como último resorte anticrisis en un contexto de necesario reequilibrio de las cuentas públicas. "Dado que todos los países europeos realizarán ajustes fiscales en 2011 (algunos, como España, Grecia o Irlanda, han empezado en 2010), creemos que es muy improbable que el BCE se arriesgue a subir los tipos en un entorno de crecimiento económico débil y con una política fiscal contractiva", señala. José Luis Martínez, estratega en España de Citi, coincide en que Trichet esperará hasta 2011 porque "las tensiones en los mercados sobre el riesgo soberano pueden forzar una retirada más rápida de lo esperado de las medidas fiscales expansivas". Por su parte, Rafael Romero, director del departamento de inversiones de Unicorp, contextualiza que "la incertidumbre que genera Grecia, sin la presión de malos datos de inflación o un crecimiento acelerado, reafirma la actual política monetaria durante todo este año".
En paralelo, Lorenzo Dávila, jefe del departamento de investigación del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), precisa igualmente que antes de subir los tipos, el BCE deberá retirar las medidas extraordinarias de liquidez que ha activado en los últimos años. Por el momento, la institución mantiene la barra libre de suministro de liquidez para la financiación bancaria a una semana y un mes y sigue adelante con su programa de compras de cédulas hipotecarias. Hasta la fecha, ha empleado 45.475 de los 60.000 millones que va a destinar a este programa.
Bueno para los hogares
Sin visos de que el cohete de los tipos vaya a despegar antes de seis meses, el euribor a 12 meses tampoco se ve presionado para dispararse a corto plazo. Es más, la referencia a la que está vinculada la mayoría de las hipotecas a tipo variable en España permanece en zona de mínimos históricos, una realidad determinada en gran medida por el cambio de planes que la crisis helena está provocando en el BCE. Después de que la media mensual del euribor, que es la que se tiene en cuenta para la actualización de las cuotas, se situara en marzo en el 1,215 por ciento, la cifra más baja de siempre, en lo que va de abril el promedio se encuentra en el 1,22 por ciento.
Partiendo de esta base, los analistas atisban un moderado repunte del índice hipotecario a lo largo de 2010. Así, cinco de los 15 encuestados la sitúa entre el 1,25 y el 1,5 por ciento a final de año; ocho, entre el 1,51 y el 1,75 por ciento; y dos, entre el 1,76 y el 2 por ciento. Nadie, por tanto, espera que supere el 2 por ciento en 2010. En definitiva, un escenario que prolonga la situación favorable para los hogares, que todavía disfrutarán de un euribor históricamente bajo.
Repunte moderado
Aunque no anticipen un aumento rápido, sino gradual, ¿a qué puede deberse el repunte del euribor a un año en un contexto en el que la mayoría no contempla aumentos de los tipos? Al progresivo drenaje de los estímulos menos convencionales de la nave comandada por Trichet. En este sentido, hay que recordar que el euribor se calcula a partir de los intereses de los préstamos que los bancos se conceden entre sí en el mercado interbancario. Como éste se secó cuando comenzó la crisis y las entidades perdieron su principal cauce de financiación, el BCE lo sustituyó y pasó a convertirse en el suministrador de liquidez de la banca. En estos momentos, la institución monetaria está dando marcha atrás en este apartado con el objeto de que el interbancario se reactive y las entidades vuelvan a financiarse por las vías habituales, algo que puede influir en el euribor.
"Con la disminución de liquidez por parte del BCE a los bancos de la zona euro no les va a quedar más remedio que apelar más al interbancario, que sufrirá más tensiones que en los últimos meses, en los que ha permanecido en mínimos históricos. Lo normal es que se mueva entre el 1,5 y el 1,75 por ciento, aunque puede haber momentos puntuales con los tipos por encima", expone Miguel Llorente, gestor de patrimonios de Capital at Work.
Soledad Pellón, analista de IG Markets, también advierte de que la finalización de la barra libre de financiación del BCE provocará que "los bancos se presten el dinero más caro", una consecuencia que impulsará el euribor. En esta misma línea, Martin Harvey, de Threadneedle, cree que la referencia hipotecaria se moverá entre el 1,5 y el 1,75 por ciento, ya que las dificultades de Grecia llevarán al BCE a tomarse con calma la conclusión de las medidas de estímulo.
Convencido de que "la retirada de la liquidez repercutirá al alza en el euribor", Lorenzo Dávila, del IEB, cree que la referencia hipotecaria se situará entre el 1,75 y el 2 por ciento a finales de 2010. Alejandro Maritzia, responsable de ventas de derivados de tipos de interés de ING CB, también opina que el euribor podría oscilar entre el 1,75 y el 2 por ciento en el último trimestre, un repunte en el que influiría la subida de los tipos oficiales que, a su juicio, acometerá el BCE en ese periodo.