
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha señalado hoy que la economía española crecerá "más del 3,5 por ciento" este año, en el que también seguirá mejorando su productividad, "se desacelerarán" los precios de consumo y se moderará el déficit exterior.
En el acto de presentación del Informe Económico del Presidente del Gobierno 2007, celebrado en la Bolsa, Zapatero ha señalado que en el primer trimestre la economía española ha crecido "en torno al 4 por ciento", y ha recordado que el año pasado España aumentó su PIB por encima de todos los países del G-7 y se situó como octava economía mundial.
Tras reiterar que 2006 fue "el mejor año económico de la democracia", Zapatero ha asegurado que no quiere ser ni optimista ni autocomplaciente, y ha recordado que "aún" quedan "importantes desafíos" como la mejora de la competitividad y de la balanza con el exterior, así como la vigilancia de la inflación, retos que, ha apuntado "queremos afrontar con empresarios y trabajadores".
Mismo ritmo de crecimiento
El jefe del Ejecutivo ha subrayado que el año pasado se prolongó el periodo de expansión económica que España lleva registrando desde hace una década y media, y ha augurado que continuará al menos en los próximos dos años.
Asimismo ha recordado que se han superado los veinte millones de ocupados, el doble que hace veinte años, y la tasa de desempleo se sitúa en el 8,3 por ciento, la más baja de los últimos treinta años.
Ha añadido que la "reducción significativa" de la inflación y el "consistente superávit presupuestario de las Administraciones Públicas", así como el "elevado" crecimiento de la inversión son otras muestras del "excelente comportamiento de la economía" el año pasado.
Tras repasar estas buenas cifras, el presidente ha asegurado no querer ser "excesivamente triunfalista ni complaciente".
Principales retos
El jefe del Ejecutivo ha señalado que uno de los principales retos de su Gobierno es el de continuar con el proceso de creación de empleo -aunque sea más moderado que en 2006- y simultáneamente aumentar la productividad.
Además ha considerado necesario que las empresas "adecúen mejor la correspondencia entre el salario y la productividad".
Por otra parte, ha atribuido el aumento del déficit al "importante dinamismo" de la economía española, mientras se ralentizaban en los últimos cinco años las principales economía europeas; al alza de los precios de la energía y a un aumento de los costes "superior al de nuestros principales competidores".
Además ha recordado que en España la inversión ha alcanzado el 30 por ciento del PIB y el ahorro se ha mantenido en el 22 por ciento, por lo que el déficit no es igual al de otros países, que ha supuesto una caída del ahorro.