Economía

Thomas Schelling: "El cambio climático no dañará la economía de Occidente"


Acude a esta entrevista con taza de té en mano, paso rápido y una amplia sonrisa. Aunque de aspecto menudo, transmite la experiencia y sabiduría de un hombre de 86 años que ha participado en procesos claves del siglo XX.

Trabajó en la puesta en marcha del Plan Marshall, para la Casa Blanca, fue el teórico de la escalada militar de la guerra de Vietnam y participó en las negociaciones de desarme de Ginebra.

Su libro La estrategia de los conflictos es considerada una de las 100 obras más influyentes del pensamiento occidental sobre la Segunda Guerra Mundial, y recibió el Nobel de Economía hace dos años por su aportación a la "teoría de los juegos". Hoy, este profesor de Yale y Harvard prefiere hablar del reto que plantea el cambio climático, que es la razón de su visita a Madrid estos días con motivo del Foro de Estrategias Globales para el Clima más allá de 2012.

¿Cree que es posible que todas las potencias mundiales se pongan de acuerdo para hacer frente al calentamiento de la tierra?

Nadie tiene una idea clara sobre cómo hacer frente al calentamiento global. Los países desarrollados aún no se han tomado en serio este tema y creo que tardarán 10 años en hacerlo. Y hasta que los países más industrializados no lo hagan, China, India, Indonesia y otros países en vías de desarrollo no tomarán medidas tampoco.

Creo que es necesario por lo menos una década para demostrarles que los países industrializados pueden liderar esta lucha. Y por supuesto, EEUU aún está más lejos que nadie de ello.

¿No cree que una década es mucho tiempo? Todos los expertos indican que hay que hacer algo ya...

Ahora podemos hacer poco. Creo que se necesitarán por lo menos dos décadas para desarrollar la tecnología que nos permita llevar a cabo una drástica reducción de las emisiones. La solución no es fácil y es necesaria una cooperación internacional que ahora no existe.

Usted ha sido muy crítico con Kioto y ha llegado a justificar que George Bush no lo firmara. ¿No lo cree efectivo?

No. Creo que se aprobó para empezar a pensar en este problema, pero no parece funcionar porque Kioto se basó en la esperanza de que podíamos tener una institución internacional que legislara, negociara y fomentara acuerdos.

Pero el problema es que no se originó sobre lo que las naciones podían conseguir, sino en los resultados esperados. Creo que sería más efectivo basarse en lo que los países pueden comprometerse a hacer: qué regulaciones impondrían, qué impuestos, qué ayudas pueden ofrecer... y así cumplir con lo establecido.

¿Coincide con las previsiones del informe Stern, que prevé una recesión que alcanzaría el 20 por ciento del PIB mundial si no se actúa ya contra el cambio climático?

Mi estimación es que los países desarrollados no se enfrentan a un grave riesgo. Los mayores efectos del calentamiento de la tierra se sentirán en la agricultura, la pesca, los bosques, que es de lo que dependen las naciones menos desarrolladas. La mayor parte de lo que producen los países desarrollados como EEUU, Japón o España, es inmune al clima.

En el último informe de la ONU, se alerta de los problemas que sufrirán países como España. ¿Qué nos espera en su opinión?

Creo que los países mediterráneos se tienen que preocupar por la reducción del suministro de agua. Se necesita dedicar más inversión para la conservación de este bien natural. Hasta ahora ha sido un lujo para los países desarrollados poder gozar de un uso ilimitado, pero uno de los grandes impactos del calentamiento de la tierra será la reducción de su suministro. Hay que empezar a aprender a vivir con el problema del agua.

¿Cree que es posible luchar contra el calentamiento de la tierra cuando EEUU y China no están haciendo todo lo que pueden?

Admito que EEUU no está haciendo nada respecto al cambio climático, pero los países de la UE tampoco están haciendo mucho. Respecto a China ¿por qué ha de tomarse en serio el cambio climático cuando EEUU no lo hace? Hasta que los países desarrollados no tomen una posición seria, no convenceremos a nuevas áreas como China y países menos desarrollados de luchar contra este problema.

¿Será el cambio climático la mayor amenaza del futuro?

Yo creo que hay que compararlo al riesgo que supone el desarrollo de armas nucleares. Será un problema muy serio de grandes costes económicos. Piense que si el nivel de agua aumenta, se inundarán ciudades costeras como Copenhague, Estocolmo, Los Ángeles, Barcelona, Bangkok o Caracas. Imagine el coste que supondría construir diques en muchas de ellas. Y en Copenhague podría hacerse, pero en otras como Caracas quizás no y desaparecerían. Cada vez tenemos mejores estimaciones sobre los efectos del cambio climático y, a medida que avancen, la gente se irá asustando de lo que está por venir.

Hoy el problema nuclear también nos resulta muy cercano ante la amenaza de Irán. ¿Cree que este problema acabará en conflicto?

La buena noticia es que no ha habido uso de armas nucleares desde agosto de 1945. En los años setenta se pensaba que no se podría acabar el siglo XX sin que hubiera una nueva bomba atómica. Creo que ni Corea del Norte ni Irán se atreverán a hacerlo porque la primera nación que lo haga, se enfrentará a una población mundial aterrorizada e intolerante.

¿Pero será la excusa de EEUU para iniciar una nueva guerra?

No me gusta cómo el Gobierno actual habla sobre las armas nucleares. Corea del Norte e Irán creen necesitar este tipo de armamento para hacer frente a un ataque de los EEUU u otra potencia y, a medida que más amenacemos con la posibilidad de un ataque militar, más pensarán que necesitan estas armas para defenderse.

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