
El Banco Central Europeo (BCE) afronta hoy la primera reunión seria de 2010. Hasta ahora, se había dedicado a cumplir el expediente en las citas de enero y febrero. Pero hoy será distinto. Ya lo anticipó el presidente de la entidad, Jean-Claude Trichet. "La próxima cita importante será la de marzo", reconoció hace dos meses.
Hoy es ese día. La trascendencia del encuentro que el Consejo de Gobierno de la entidad celebra en Fráncfort (Alemania) no reside en que pueda modificar los tipos de interés. Nada de eso. Permanecerán en el 1% en el que se encuentran desde mayo de 2009, y lo más probable es que reitere que ese nivel es el "apropiado" para los intereses en estos momentos.
El terreno abonado para las novedades es el correspondiente a las iniciativas extraordinarias de financiación que ha activado durante la crisis. En este sentido, la principal duda reside en si prolongará la medida, introducida en octubre de 2008, de prestar a los bancos tanto dinero como le pidan y al mismo interés al que se encuentra el precio oficial del dinero en sus operaciones de financiación.
Para los expertos de Deutsche Bank, la entidad "podría insinuar que intentará reintroducir las subastas con interés variable en cuanto sea posible", aunque por ahora mantendrá abierta la barra libre de liquidez. "Sería prematuro que decidiera regresar a las operaciones competitivas", constata Pablo Guijarro, director de análisis económico de AFI. Además, los expertos esperan que el BCE confirme que la inyección a seis meses que realizará a finales de marzo será la última.
Al mismo tiempo, el mercado prestará atención a las nuevas previsiones económicas que, como cada trimestre, anunciará Trichet. En la reunión de febrero, la institución monetaria se mostró convencida de que "la actividad económica crecerá a un ritmo moderado en 2010", aunque reconoció que "la recuperación será posiblemente irregular". Los datos que difunda hoy servirán para evaluar si este diagnóstico continúa vigente o si el BCE ve el futuro con mayor optimismo.