
Enero es el mes de las rebajas por excelencia, pero este año la industria textil se ha pegado un pequeño batacazo. Según un estudio publicado por TNS Worldpanel, los comercios facturaron en el primer mes del año un 1 por ciento menos con respecto al mismo periodo de 2006.
Parte de la culpa de este dato negativo la tiene el descenso de las compras rebajadas, que se ha sido de 3,8 puntos porcentuales menos que el año pasado. Debido al aumento de temperaturas y a los adelantos de temporada, entre otros, los españoles han optado por las etiquetas sin oferta: las ventas de productos que no tenían ningún descuento en el precio se incrementaron casi en la misma proporción, un 4 por ciento.
En total, el producto rebajado que se comercializó en enero alcanzó el 71,5 por ciento, motivado fundamentalmente por la necesidad de las tiendas de deshacerse de los stocks de la temporada de invierno. Así, se entiende que el 68 por ciento de las prendas que se vendieron en este mes tenían un precio inferior al original.
Los puntos de venta
Respecto a la evolución en los canales de distribución, la importancia de las rebajas en dicho mes fue "elevada" en los de más peso -independientes, grandes almacenes, hipermercados y cadenas-, que obtuvieron en este periodo el 70 por ciento de su facturación.
Por el contrario, en mercados y mercadillos sólo un 44 por ciento de sus ventas procedió de este tipo de productos, ya que normaelmente ya ofrece bajos precios.
Por su parte, las cadenas de tiendas consiguieron crecer un 5 por ciento, aunque de este no se beneficiaron todas por igual: frente a los bajos resultados de alguna de ellas, otras como H&M, Cortefiel, Benetton, Bershka, Stradivarius, Mango o Decathlon consiguieron crecimientos de dos dígitos.