MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
La Seguridad Social podría ahorrar cerca de 14.000 millones de euros anuales en 2025 con el retraso de la edad legal de jubilación, que en ese ejercicio pasaría a ser de 67 años.
Del ahorro total, cerca de 10.500 millones provendrían de las pensiones de los trabajadores de 65 y 66 años que el Sistema dejaría de pagar, ya que estas personas seguirían en activo. Los 3.500 millones restantes serían las cotizaciones que estos ocupados seguirían realizando.
Las previsiones recogidas por el Ministerio de Trabajo e Inmigración en su último Informe de Estrategia de Pensiones son que, si no se hicieran reformas, en el año 2025 el Sistema de pensiones tendría un déficit que representaría el 0,3% del PIB.
Las proyecciones de este informe, analizadas por Servimedia, no incluyen los datos concretos de 2025, pero señalan que en el año 2020 habría un total de 5,95 millones de personas cobrando una pensión de jubilación, que supondrían un gasto para el Sistema de 119.331,56 millones de euros.
Por su parte, para 2030 Trabajo estima que en España habría 7,76 millones de jubilados, que supondrían un coste de 237.782,8 millones de euros, prácticamente el doble que una década antes. El coste medio por pensionista en el año 2020 sería de 20.040,10 euros, mientras que diez años más tarde pasaría a ser de 30.630,20 euros.
Aunque es posible que el incremento del coste por pensionista no siga en ese periodo una progresión lineal, si se extrapolan los datos, el coste por jubilado en el año 2025 sería de 25.335,15 euros.
No obstante, el informe de Trabajo muestra cómo la cuantía de la pensión de los recién jubilados es superior a la de aquellos que ya venían cobrándola. En concreto, en el año 2007 esta variación se situó en el 29%.
Teniendo en cuenta esta diferencia, que cada año va en aumento, es lógico pensar que el coste de los pensionistas que se jubilen en el año 2025 también será superior al de aquellos que lo hicieron con anterioridad.
Tomando como referencia un incremento del 30% para los recién jubilados, el coste medio de las nuevas altas de pensionistas en 2025 alcanzaría los 32.935,70 euros anuales.
MÁS DE 300.000 "NO JUBILADOS"
Por otro lado, el informe del Ministerio muestra que en la década que va de 2020 a 2030 el número de jubilados aumentaría en 150.698 pensionistas al año, de continuar las cosas como hasta ahora.
Sin embargo, en esta cifra no se diferencia entre quienes se jubilan antes de cumplir los 65 años y quienes lo hacen al llegar a esa edad.
Otra forma de lograr una estimación de cuántas personas de 65 años se jubilarán en 2025 se basa en las proyecciones de población de Eurostat, que son las mismas que utiliza Trabajo en su informe.
Según la agencia de estadística de la Unión Europea, en 2025 un total de 633.688 personas en España tendrán 65 años.
Por su parte, la estrategia sobre pensiones del Ministerio muestra que en el año 2002 se jubilaron el 22,8% de las personas que cumplieron 65 años, en 2005 lo hicieron el 29,4% y en 2007 el 24,2%.
Extrapolando estos datos a las cifras de población de España en 2025, daría que cerca del 25% de las 633.688 personas que alcancen los 65 años se jubilaría, es decir, 158.422.
De esta forma, se puede prever que en el año 2025 habría cerca de 158.000 personas con 65 años que deberían seguir trabajando si se retrasa la edad de jubilación, y otras tantas de 66 años que también deberían mantenerse en activo. Esto supone que un total de 316.000 personas que si no cambiara la legislación se habrían jubilado, seguirían en activo con 65 y 66 años.
Así, si cada nuevo jubilado en 2025 tuviera un coste aproximado de 32.935,70 euros, y hubiera 316.000 personas que se mantuvieran en activo con 65 y 66 años, el ahorro del retraso de la jubilación al no pagarles todavía su pensión sería de 10.407,68 millones de euros.
MÁS COTIZANTES
Por su parte, estas 316.000 personas de 65 y 66 años seguirían en activo y, por tanto, mantendrían sus aportaciones a la Seguridad Social.
El informe de Trabajo señala que, de mantenerse el sistema actual, en 2020 habría 21,73 millones de cotizantes, que aportarían cuotas por un importe total de 195.587,13 millones de euros, lo que supondría 9.002,83 euros de media por ocupado.
Para 2030, la proyección del Ministerio es que haya 22,06 millones de cotizantes y que el importe de las cuotas ascienda a 303.658,61 millones de euros. De esta forma, la aportación media sería de 13.767,41 euros al año.
Una progresión lineal de las aportaciones muestra que cada trabajador tendría una cotización media en el ejercicio 2025 de 11.385,12 euros. Teniendo en cuenta que la proyección situaba en 316.000 las personas de 65 y 66 años que seguirían en activo, sus aportaciones supondrían 3.597,7 millones de euros.
Así, sumando los 10.407,68 millones de ahorro al no pagar la pensión, más el incremento de las cotizaciones en 3.597,7 millones de euros, el Sistema mejoraría sus cuentas en 14.005,38 millones de euros si se retrasara dos años la edad de jubilación.
(SERVIMEDIA)
22-FEB-10
MFM/caa/gfm
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