
Ante la falta de acuerdo, los socialistas plantearán modificar su propuesta de alargar la vida laboral. PP y CiU son partidarios de favorecer más las largas carreras de cotización que la edad de retiro.
La propuesta de retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años no sólo se ha topado con la oposición sindical, sino también con el rechazo de todos los grupos parlamentarios del Pacto de Toledo. Por ello, los socialistas (representantes de la propuesta gubernamental en la Comisión de dicho Pacto) tienen nuevas ideas para alargar la vida laboral, según afirman fuentes del Congreso. La opción que estudian los socialistas es que los trabajadores que hayan cotizado 40 años al sistema público de pensiones no tengan que esperar hasta la edad legal de jubilación (67 años si se consigue retrasar o 65 si el pacto fracasa) para poder cobrar la prestación de jubilación, afirman fuentes cercanas a Trabajo.
No obstante, el PSOE no va a renunciar a su propuesta de alargar la edad de jubilación, pero en las conversaciones del Pacto de Toledo planteará la reflexión que hace a puerta cerrada: "Es una barbaridad que la gente que tenga más de 40 años cotizados continúe trabajando hasta los 67 años. Tenemos que buscar una solución para esta gente".
Con este planteamiento, las fuentes parlamentarias anteriormente citadas afirman que los socialistas quieren negociar reducir el coeficiente reductor que penaliza a los trabajadores que se jubilan antes de los 65 años con una larga vida laboral cotizada. Claro que la edad de jubilación no es obligatoria. Pero, actualmente, a cualquier trabajador que se retire con menos de 65 años, independientemente de que haya cotizado 20 ó 40 años, se le aplica un coeficiente reductor a su pensión del 8 por ciento anual hasta que alcanza la edad legal de jubilación.
Es decir, en el actual sistema de pensiones se valora más que un trabajador haya cotizado los últimos años de la vida laboral, desde los 50 a los 65 años, que lo haya hecho durante más de 40 años.
PP y CiU, a favor
El Partido Popular y el Grupo Catalán están a favor de esta propuesta. Ambos consideran necesario primar a los trabajadores que tengan largas carreras de cotización. Los dos grupos rechazan la propuesta de retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años, pero mientras el PP es favorable a mantener la edad legal de retiro en los 65 años, CiU es partidario de que tan sólo se tenga en cuenta los años cotizados y desaparezca una edad legal de referencia.
El Gobierno sabe que necesita el apoyo de los grupos mayoritarios, sobre todo de PP yCiU, para sacar adelante su reforma. Por ello, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, junto con el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, se reunió el pasado jueves con los representantes catalanes y populares para intercambiar impresiones y para concretar una agenda común. En la cita se decidió que las negociaciones para reformar el sistema se iniciarían tras la comparecencia del ministro en la Comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, que se producirá el próximo 22 de febrero. También Corbacho aprovechó para trasladar a los grupos parlamentarios que es necesario llegar a un acuerdo antes de que finalice esta legislatura.
Movilizaciones sindicales
Una vez consensuada la reforma con los grupos políticos, el Gobierno deberá negociarla con los agentes sociales y en este ámbito no tiene todas las cartas consigo. Los sindicatos CCOO y UGT concretaron ayer el calendario de movilizaciones que realizarán en contra del retraso de la edad de jubilación. El 23 de febrero será el gran día de la protesta sindical. Madrid, Barcelona y Valencia saldrán a la calle ese día, según anunciaron ayer los líderes de CCOO y UGT. En la presentación de las protestas, el líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, dijo es 'temerario' generar alarma con la Seguridad Social.
Pese a las manifestaciones, el ministro de Trabajo afirmó ayer que no ve peligrar el diálogo social a causa de las movilizaciones.