
José Luis Rodríguez Zapatero apeló al sentido de "responsabilidad nacional" para que algunos empresarios le acompañaran la pasada semana a Estados Unidos, aprovechando su asistencia al Desayuno Nacional de Oración.
El presidente del Gobierno, invitado por primera vez a esta jornada política y religiosa, quería aprovechar la ocasión para demostrar la salud de las compañías españolas y contrarrestar las dudas internacionales sobre la futura evolución de nuestra economía. Uno de sus objetivos, según señalan fuentes cercanas al Ejecutivo, era arroparse con una selecta representación de las principales empresas españolas. La respuesta recogida entre las principales firmas fue desigual. No todas aceptaron de buen grado acompañar a Zapatero a Estados Unidos y apartarse de sus agendas laborales, estos días sobrecargadas por la presentación de los resultados de 2009.
Según fuentes empresariales, el jefe del Ejecutivo tuvo que insistir, en algunos casos, para convencer al invitado. Zapatero, según relatan fuentes empresariales, utilizó el argumento de que en el momento actual era importante dar una imagen ante Barack Obama de la solidez de la economía española y "por responsabilidad nacional" los empresarios deberían contribuir a ese objetivo con su asistencia a un almuerzo-coloquio organizado por la Cámara de Comercio de EUUU.
Tras la insistencia de Zapatero, algunos altos ejecutivos confirmaron la invitación y engrosaron la lista de asistentes al viaje.
Finalmente, el presidente de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán; el del BBVA, Francisco González; el de OHL, Juan Miguel Villar Mir; el de Acciona, José Manuel Entrecanales; y el de Ferrovial, Rafael del Pino, acompañaron a Rodríguez Zapatero, que igualmente había invitado a los consejeros delegados de Prisa, Juan Luis Cebrián; La Sexta, José Miguel Contreras, y Vocento, José Manuel Vargas.
El protagonista de la jornada
El presidente de Santander, Emilio Botín, también invitado, excusó su asistencia por coincidir ese día con la comunicación de la cuenta de resultados del banco, motivo por el que tampoco podía desplazarse el consejero delegado, Alfredo Sáenz. "Hubiera sido una espléndida ocasión para explicar mi oposición a algunas de las medidas financieras de Estados Unidos, pero tenía una cita con todos ustedes para explicarles los resultados", aseguró Botín en la rueda de prensa del jueves.