Llevan más de un año en busca de los llamados brotes verdes y, al final, han aparecido en las bolsas y en los números de las economías más potentes. La mayoría de los expertos coinciden en el pronóstico.
No lo perciben porque mejora la macroeconomía pero no el desempleo. El paro ha castigado a más de 20 millones de personas en el mundo en apenas trece meses.Tantos que si los pusiésemos en fila recorrerían la distancia que separa Madrid de Nueva Zelanda y, en esa fila, uno de cada quince serían trabajadores españoles.
España, en el furgón de cola
Nuestra economía es una de las tres europeas que todavía no ha salido de la recesión. Aquí los expertos distinguen entre el vaso medio lleno o medio vacío. El futuro del paro marcará el ritmo de la economía porque con menos empleo baja el consumo y la recaudación de impuestos. Dos herramientas vitales para que una economía enferma mejore su salud y, de momento, tampoco hay coincidencias entre los economistas.
Fue el apagón del faro de la economía global el que remató a la economía española y ahora que se ha encendido nos toca encontrar el nuevo rumbo. La historia confirma que siempre nos llega tarde el contagio.