Todo el mundo esperaba que acabara 2009, pensando que la crisis dejaría paso a la recuperación con el cambio del año. Al menos, las autoridades políticas se pasaron las últimas semanas del anterior ejercicio lanzando mensajes de confianza. Pero es imposible engañar a los ciudadanos. Son mucho más cautos y precavidos porque no manejan estadísticas sino que las viven.
De esta forma, en diciembre bajó la confianza de los consumidores y aumentó la incertidumbre. Ésta es la principal conclusión del Índice Data Sampling elaborado para elEconomista, correspondiente al pasado mes de diciembre.
En concreto, en el último mes de 2009 la confianza del consumidor perdió gas con respecto al mes anterior, y se quedó situado en unos negativos 56 puntos, dos menos que en noviembre, por lo que los consumidores vuelven a perder confianza con respecto al futuro económico del país, aunque de manera más moderada que en los primeros meses de 2009.
Lo preocupante, según los resultados de la encuesta, es que aumenta el número de consumidores que reconocen desconocer cuál podría ser la situación del país dentro de doce meses, así como la de aquellos que no saben si el momento resulta adecuado para hacer compras importantes.
Además, el pesimismo vuelve a surgir en la percepción que tienen los consumidores sobre la situación económica española durante los próximos 12 meses. Este pesimismo se refleja en el hecho de que los que opinan que la situación mejorará están 23 puntos por debajo de los que creen que la situación será peor durante los próximos 12 meses. Y, por tanto, el balance es significativamente peor que el registrado el pasado mes de agosto, cuando la diferencia entre ambos grupos se cifraba en sólo 9 puntos.
Pese al pesimismo con el que acaba 2009, si se comparan los datos con las encuestas realizadas en los primeros meses del pasado ejercicio, se constata que la confianza ha mejorado, aunque sin dejar de reconocer que todavía quedan muchas dificultades por superar.
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