
Con la recesión económica, la fiesta nacional está viviendo uno de sus momentos más críticos. El número de festejos se ha reducido en un 23% en el último año, y las reses sobrantes alcanzan ya los 4.000 ejemplares. Las posibles limitaciones legales complican aún más la posible recuperación.
Según informa este domingo el diario El Mundo, durante el año 2009 tuvieron lugar un total de 1.443 eventos taurinos, entre corridas, novilladas y rejones. El dato es sensiblemente inferior al registrado en 2008, en el que se celebraron hasta 1.877 festejos. La caída, del 23%, afecta especialmente a las plazas de tercera categoría, las de los municipios más humildes, que totalizan el 93% de este descenso.
Así las cosas, las fincas han acumulado un 'stock' de 2.604 reses sobrantes durante el último año, que unidas a las 1.782 del curso anterior, totalizan un excedente de 4.386 toros para 2010. La visión positiva radica en el hecho de que para esta temporada se prevé una reducción de más de 2.500 reses herradas respecto al año pasado, por lo que podrán aprovecharse parte de los toros sobrantes.
Dificultades para los ganaderos a la hora de obtener beneficio
Rentabilizar los festejos taurinos es cada vez más complicado. La cría de un toro de lidia hasta que está en condiciones de salir a la plaza ronda los 5.000 euros, por lo que una corrida completa deberá suponer unos ingresos de más de 30.000 euros, sólo para el ganadero, para resultar rentable.
Esto resulta especialmente complicado, observando que la venta de los toros ha sufrido un notable descenso de precios, justo al contrario que la alimentación de estas reses. Preocupante situación la que se vislumbra, por lo tanto, para un espectáculo que totaliza el 1,5% del Producto Interior Bruto de la economía de nuestro país.