
Sólo faltaba Moody's y, finalmente, ha optado también por revisar la credibilidad financiera de Grecia, al igual que lo hicieran sus rivales Fitch y Standard & Poor's. La agencia de calificación ha rebajado de 'A1' a 'A2' el rating de la deuda pública del país heleno, con perspectiva "negativa", debido a los problemas de solvencia "a largo plazo" por los que atraviesa. Los 'platos rotos' de Grecia amenazan con partir la Eurozona.
En su informe, los analistas afirman que "el problema de la deuda estatal no puede resolverse sólo con el crecimiento". Según indican, los problemas a los que se enfrenta Grecia son a largo plazo y provienen de "una lenta erosión en la competitividad y en el potencial económico".
La agencia destaca que los riesgos han sido eliminados sólo "parcialmente" con las medidas de ahorro y ajuste anunciados por el Gobierno socialista del nuevo primer ministro, Giorgios Papandreu.
Problemas de liquidez improbables
Sin embargo, esta rebaja en la calificación no afectará los límites de los bonos y depósitos bancarios del país helénico, que conservan su rating 'Aaa', como el resto de la zona euro, a la que pertenece Grecia.
Además, Moody's estima que "es extremadamente improbable" que Grecia sufra problemas de liquidez y refinanciación a corto plazo, a menos que el Banco Central Europeo (BCE)tomara el "inusual paso" de declarar la deuda soberana inadmisible como aval, un riesgo que la agencia "considera como muy remota".
Además, no considera que los problemas de Grecia signifiquen una "prueba vital" para el futuro de la zona euro, a la que pertenecen 16 países comunitarios.
Este mes, Grecia se ha enfrentado a la revisión del rating de su deuda por parte de las tres principales agencias de calificación del mundo.