MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
CC.OO. y UGT han remitido una carta al ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, en la que demandan que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) suba un 8% en 2010, hasta los 674 euros brutos mensuales, y piden que la crisis económica no sirva de excusa para desistir del compromiso fijado por el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de alcanzar los 800 euros en 2012.
Los sindicatos solicitan también la reforma del artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores para asentar sobre nuevas bases la determinación anual del SMI (SMI.CH) con el fin de evitar que se produzcan pérdidas de poder adquisitivo, así como se aborden los criterios para la revisión del Indicador Público de Rentas Múltiples (Iprem).
En un comunicado, ambos sindicatos instan al Ejecutivo a seguir con la mejora del SMI en los términos previstos en la propuesta conjunta, presentada el pasado octubre de 2007, de manera que alcance gradualmente una cuantía de, al menos, 800 euros al mes en 2012 y siga avanzando posteriormente hasta alcanzar el 60% del salario medio neto, como recomienda la Carta Social Europea suscrita por España.
Los sindicatos apuntan que, a pesar de la ganancia ininterrumpida que experimenta el SMI desde 2004, ha perdido peso sobre el salario medio a partir de 2007, cuando alcanzó su mayor peso relativo (41,6%) y ha caído hasta el 40,9% en 2009, alejándose así del objetivo del 60% del salario medio de la UE.
EL SMI ESPAÑOL, DE LOS MAS BAJOS DE LA UE-15.
Igualmente, destacan que el español es uno de los salarios más bajos de entre los países de la UE-15 que lo tienen establecido. "Medido en paridad de poder de compra (descontando los diferenciales de precios entre países), España se sitúa sólo por encima de Grecia y Portugal. Este hecho no se justifica por diferencias en los niveles de productividad por hora, sino por una remuneración más baja de la hora trabajada", subrayan CC.OO. y UGT.
Finalmente, afirman que la contención de las rentas de la propiedad y el trabajo tiene que repartirse de manera proporcional, salvaguardando a los que pierden su empleo o aquellos cuyo otro nivel salarial les sitúa por debajo del mínimo exento de participar en dicho esfuerzo, en cuyo caso se encuentran los trabajadores retribuidos con el SMI.