
La confianza empresarial japonesa mejoró en el período octubre-diciembre, respecto a los tres meses anteriores, con lo que encadena el tercer trimestre de aumento, a pesar de que el pesimismo se mantiene, según informó hoy el Banco de Japón (BOJ) en su informe "Tankan".
En el último trimestre del año, tercero del ejercicio fiscal, el índice de confianza de las grandes compañías de la segunda economía mundial se situó en -24, lo que supone una mejora de 9 puntos sobre el dato del período julio-septiembre.
El resultado del llamado informe "Tankan" de coyuntura económica que trimestralmente publica el BOJ fue mejor que las estimaciones de los analistas, que esperaban un índice de -27, según una encuesta realizada por la agencia Kyodo.
El "Tankan" muestra el porcentaje de compañías que registran condiciones favorables de negocio frente a las que consideran que se han deteriorado, por lo que un valor negativo muestra que los pesimistas superan en número al resto.
El índice se ha recuperado de su peor nivel en el período enero-marzo, cuando alcanzó su mínimo histórico trimestral, debido a la crisis económica, que obligó a recortes de gasto, empleo y reducción de las inversiones.
Según el "Tankan", la confianza para las principales empresas no manufactureras japonesas se situó en el cuarto trimestre de 2009 en menos 22, dos puntos del valor registrado en el período inmediatamente anterior.
Según las proyecciones del informe "Tankan", para cuando termine el actual año fiscal, en marzo del próximo año, las grandes compañías japonesas (tanto manufactureras como no manufactureras) habrán recortado sus inversiones de capital un 13,8% respecto al año anterior, lo que muestra menores expectativas de crecimiento.
Asimismo, las compañías japonesas dijeron en la encuesta que planean reducir la contratación de nuevos empleados cualificados un 23,3% en el año fiscal 2010.
El Gobierno presentó recientemente un plan de estímulo por valor de 7,2 billones de yenes (55.370 millones de euros), que se incluirá como ampliación del presupuesto actual, para favorecer el consumo y frenar la deflación.
La deflación y un yen fuerte respecto al dólar están perjudicando seriamente a las empresas japonesas, especialmente a las exportadoras, que además se enfrentan a la posibilidad de que el Producto Interior Bruto (PIB) frene su ritmo de crecimiento trimestral.