
El marco institucional de las relaciones laborales en España, con más de 30 años de antigüedad hace aguas por todos los costados. Y, si la crisis actual ha servido para confirmar su ineficacia para contener la sangría de cierre de empresas y de desempleo, mucho mayor ha sido su incapacidad para dar salida a los parados, especialmente a los de larga duración.
Los datos de un informe presentado a la Junta Directiva de la CEOE por la Comisión de Política Económica y Financiera de la Patronal, con datos oficiales, muestran como los parados de larga duración suponen ya el 27% del total de los desempleados en España y la mayoría de ellos sin esperanza de recolocación.
En concreto, el informe refleja que el mercado laboral español sólo recoloca hoy al 25% de los trabajadores que pierden su puesto de trabajo y matiza que de aquellos que llevan más de un año en el desempleo sólo se colocan tres.
"En España no se dan las condiciones mínimas para que los empresario mantengan la actividad y, en este entorno, no sólo es imposible generar empleo, sino que lo más probable es que se destruya. Por eso es imprescindible la reforma del mercado laboral", asegura un miembro de la directiva de la organización empresarial española, quien recuerda que sólo en el tercer trimestre de este año se han destruido 173.000 puestos de trabajo, "la mayor caída de la historia".
Las previsiones de la CEOE apuntan a que, entre octubre y diciembre, se van a perder otros 350.000 empleos y responsables de la organización empresarial comentan que "sólo el abandono de importantes colectivos de la población activa y la economía sumergida están evitando que la tasa de paro se desborde todavía más".
Unas cifras que llevaron al presidente de la Comisión de Relaciones Laborales de la CEOE, Santiago Herrero, a pedir reformas "a corto plazo" en el Estatuto de los Trabajadores para permitir a las empresas mayor "flexibilidad" a la hora de gestionar los recursos humanos.
Durante su intervención el miércoles en la Conferencia Empresarial 2009 organizada por la patronal, Herrero afirmó que "es evidente que el mercado de trabajo tiene distorsiones importantes que hay que afrontar en vista de que los desempleados no quieren el trabajo que hay y el que desean no lo encuentran, o buscan una salida en la economía sumergida".
El dirigente empresarial informó a los asistentes que de los más de 700.000 parados que el Gobierno había estimado que se apuntarían al subsidio de 420 euros para los desempleados sin recursos, hasta finales de octubre, sólo se habían apuntado 105.000.
Para hacer frente a esta incapacidad del mercado de trabajo español para crear empleo de calidad, los empresarios consideran que el Gobierno deber impulsar una mejora de los servicios públicos de empleo "evitando duplicidades y personalizando la atención, además de normalizar la situación de los servicios privados de contratación y eliminar las restricciones que existen sobre las actividades de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT).