
Las estrellas de la 'meca del cine' ya empiezan a sufragar las millonarias campañas de Obama y Hillary.
A menos de una semana de los Oscar, la flor y nata de Hollywood se reúne esta noche en una cena benéfica en Beverly Hills que promete tomar cierto aire electoral gracias a la asistencia honorífica del político de moda, el demócrata Barack Obama.
Aunque muchos creen que el mundo del celuloide y la Casa Blanca tienen poco un común, los candidatos presidenciales han encontrado en la adinerada industria cinematográfica el apoyo perfecto para recibir cuantiosas cantidades de dinero y, cómo no, añadir glamour y publicidad a sus campañas.
Ésta será la primera vez que el senador por el Estado de Illinois intente engatusar a los gurús cinematográficos para que le ayuden a impulsar su carrera presidencial, una tarea nada sencilla si se tiene en cuenta que Hillary Clinton ha echado raíces en la más que generosa vecindad hollywoodiense.
Obama ya cuenta con apoyos
De momento, Obama -del que muchos aseguran que podría ser un galán de cine- parece haber empezado con buen pie, y nombres tan conocidos como George Clooney, Matt Damon, Ben Affleck, Oprah Winfrey y Oliver Stone ya se han sumado a su lista de incondicionales.
Durante la velada de esta noche, un total de 700 invitados, convocados por los multimillonarios Steven Spielberg, David Geffen y Jeffrey Katzenberg (el trío de ases al mando de DreamWorks), tendrán la oportunidad de dejarse convencer por el joven candidato presidencial, que necesitará invertir al menos 20 millones de dólares si quiere obtener el apoyo del Estado dorado en las primarias.
La cifra parece desorbitada, pero las entradas para el encuentro se cambian a 2.300 dólares por un apretón de manos y una escueta charla con el senador. Y los que se hayan comprometido a comprar más de 20 tickets, valorados en 46.000 dólares, contarán con el privilegio de poder disfrutar de una cena privada con Obama.
Hillary es la predilecta
Aún así, las rencillas prometen poner trabas a la hora de convencer a actores, directores y empresarios a la hora de decantarse por un candidato demócrata, ya que la predilección liberal que se respira en Los Ángeles ha hecho que incondicionales de Clinton como Barbra Streisand hayan decidido apostar por los tres principales candi- datos demócratas (Hillary, Obama y John Edwards) para cubrirse las espaldas en caso de que las urnas acaben dando una sorpresa.
Spielberg, otro incondicional del ex presidente Bill Clinton, parece no tenerlo tan claro con la senadora por Nueva York. El hecho de que se haya unido con Geffen y Katzenberg -dos de las personas más respetables de la industria- para arropar a Obama, ha hecho saltar la voz de alarma en su equipo, aunque muchos aseguran que es pronto para vaticinar cambios drásticos.
De todas formas, el círculo de poder de la ex primera dama no está falto de pesos pesados. Así, el pasado marzo Haim Saban y Steve Bing, dos de las más influyentes figuras del entretenimiento, convocaron una cena de gala para recaudar fondos, en una celebración que contó con la presencia de Tom Hanks, Sharon Stone, Billy Crystal, Jerry Seinfeld y Martin Scorsese. Cabe destacar que Bing destinó en las elecciones de 2004 un millón de dólares a la causa demócrata y financió con ocho millones de dólares distintos comités encargados de promulgar el voto demócrata.
El que parece tener menos fuelle es Edwards, que pese a su bagaje político carece de fuertes apoyos en la industria del cine.
Del lado republicano
Aunque el mundo cinematográfico siempre ha estado marcado por cierto liberalismo, los candidatos republicanos también tienen fuertes influencias detrás de los platós y las cámaras.
John McCain, por ejemplo, cuenta con un padrino de excepción, el todopoderoso empresario televisivo Jerry Perenchio, que frente a las sonoras campañas de sus homólogos demócratas prefiere apoyar al partido republicano de forma silenciosa pero no por ello menos efectiva.
El ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, celebró recientemente un evento para recaudar fondos en Pacific Palisades, donde contó con el apoyo de Adam Sandler y el presidente de Paramount, Brad Grey. Además, entre otros incondicionales a las filas conservadoras están Bruce Willis, Dennis Miller, Mel Gibson, Chuck Norris, Ben Stein, Kelsey Grammer, Patricia Heaton y James Woods.