
Defensa no sabrá hasta final de año si los 204 millones de euros destinados en 2007 a subir el sueldo de los militares bastarán o será necesario solicitar al Ministerio de Economía y Hacienda un dinero extra para afrontar el compromiso político del anterior ministro, José Bono, refrendado por el actual titular del departamento, José Antonio Alonso.
La culpa de que las cuentas no cuadren la tiene el controvertido Componente Singular del Complemento Específico (CSCE), que, como informó elEconomista, ha sembrado la discordia en la institución militar.
Los que se sienten agraviados afirman que este complemento salarial, que puede llegar hasta los 1.451 euros mensuales, sigue vinculado al empleo en vez de ser un elemento retributivo que compense las características específicas del puesto desempeñado.
Mandos superiores han mantenido reuniones no oficiales en las que se ha reconocido que los criterios seguidos por los Cuarteles Generales y Defensa para establecer ese complemento han originado un "descontento innecesario". Crispación que se produce, subrayan fuentes militares, en un momento en el que el Ejército tiene ante sí "una cuestión de mayor trascendencia, como es el nuevo modelo de carrera militar", un proyecto de ley que el Parlamento debatirá en breve.
Precisamente hoy concluye el plazo de presentación de enmiendas, en el caso de que ningún grupo parlamentario pida su ampliación.
Cinco parámetros
En la práctica, el reparto del CSCE supone pagar por partida doble el complemento por empleo o categoría profesional, que perciben desde generales o almirantes hasta soldados o marineros.
La cuantía del complemento se ha fijado en función de cinco parámetros: tipo de unidad (vale hasta un máximo de 10 puntos), preparación técnica (24 puntos), peligrosidad (10 puntos), penosidad (10 puntos) y nivel de responsabilidad (nada menos que hasta 46 puntos).
Valorar hasta casi la mitad de la cuantía del complemento la "responsabilidad", ligada al empleo que se cobra por otro complemento, ha creado una crispación que aumenta conforme se desciende en el escalafón militar.
"A los de siempre"
Se da la circunstancia de que los suboficiales, bastión tradicional de los gobiernos socialistas en las Fuerzas Armadas y maltratados históricamente en sus salarios, son los que se sienten más perjudicados. Es habitual escuchar estas últimas semanas en los cuarteles que "la subida ha ido a los de siempre", y aún no se explican cómo la dirección política de Defensa no frenó las propuestas de los Cuarteles Generales.
Las críticas por la discriminación salarial van más allá de la filosofía que impregna el nuevo complemento. "Los legisladores -señalan medios castrenses- han intentado aplicar un sistema que a los funcionarios civiles les va bien porque no tienen tanta movilidad como los militares".
Cada vez que un militar ascienda y sea destinado a otra unidad o puesto administrativo, hay que revisar la cuantía del CSCE de acuerdo con los parámetros señalados. Y es ahí donde vienen los problemas, porque en el Ejército se producen miles de cambios de puestos de trabajo al año.
"Con este sistema nominal es imposible cuadrar el presupuesto que cada Ejército y el órgano central (el Ministerio de Defensa) tienen asignado del total de 204 millones de euros en 2007, por lo que cualquier incremento de gasto deberá solicitarse al Ministerio de Economía y Hacienda, a través de la Comisión Superior de Retribuciones Militares", afirman militares en activo.