Los hogares empeoran su percepción en cuanto a su capacidad de ahorro durante el próximo año. El Índice Data Sampling constata que la menor preocupación de las familias son los precios
La vuelta de las vacaciones no ha sentado bien. Los consumidores salieron de sus hogares con la vista puesta en el primeros brotes verdes que mostraban ligeros signos de que algo en la economía empezaba a mejorar. Sin embargo, con el jaleo montado en agosto entorno a la subida de los impuestos, que primero el Gobierno iba a incrementar la presión fiscal, luego no, y finalmente sí. Y que sólo iba a afectar a las rentas altas, descartándose otro tipos de tributo... lo único que se ha conseguido es cambiar la percepción que tenía el consumidor antes de marcharse de vacaciones, y que en septiembre el índice de confianza, que elabora Data Sampling para elEconomista se haya dejado seis puntos en el camino, al situarse en el nivel -54. Los cambios introducidos en los Presupuestos Generales del Estado de 2010 y la reciente confirmación del FMI de que España será el único país de la UE que no terminará su recuperación el año que viene, auguran que el índice de octubre será todavía peor.
Se pierden las mejoras
En septiembre, de momento, el Índice de Confianza del Consumidor de Data Sampling muestra la situación más desfavorable desde junio, al perder todas las mejoras registradas en los meses estivales.
Esta pérdida de confianza se basa en que la situación económica del país en 2010 vuelve a verse de manera pesimista. Los que creen que mejorarán están 16 puntos por debajo de los que piensan que será peor durante los próximos doce meses. Este balance es sustancialmente peor que hace un mes, donde la diferencia que separaba a ambos grupos era de 9 puntos.
El Índice de Confianza revela que los consumidores son, en líneas generales, "bastante más optimistas" que a comienzos de año, aunque sin olvidar las dificultades que quedan por superar. Esta última razón es el motivo para que el índice, que contaba en abril de 2000 con 44 puntos (positivos) en septiembre pasado de este año, se sitúe en el -54.
Entre las magnitudes que se analizan en este índice, cabe destacar que el signo más negativo es el que registra la encuesta en su apartado sobre el ahorro familiar. "También evolucionó de manera negativa", destaca Data Sampling, que concreta que el índice del ahorro de los hogares ha pasado del -3 registrado el pasado agosto al -14 en septiembre último.
Lo más preocupante, además, de que este índice se haya quedado en el -14 es que retrocedemos a niveles de abril de 2009, pese a que parecía haberse producido cierta reactivación en este sector. Con los positivos 11 puntos registrados en mayo, que venía de un -15 en abril de este año.
No se puede olvidar que constructoras e inmobiliarias fueron la primera actividad en verse afectada por la crisis, como consecuencia -sobre todo en España- de la burbuja inmobiliaria que había en el momento de estallar la crisis.
En la visión que tienen los consumidores sobre la situación del país en los próximos doce meses cabe destacar que el 39 por ciento cree que será peor; el 30 por ciento ven la situación "estacionaria" y el 23 por ciento la ve mejor.
Data Sampling para elaborar el índice, cabe recordar, mide la percepción de los consumidores tanto de la situación económica del país como de su hogar, referida a su pasado reciente así como su estimación de lo que ocurrirá en los próximos meses.
A ello agrega su intención de compra de determinados bienes duraderos, que suponen un desembolso considerable, como puede ser la vivienda.
Las conclusiones, en este sentido, son que la valoración por parte de los consumidores sobre la idoneidad de realizar compras importantes experimenta ligeros cambios sobre el mes anterior: son menos los consumidores que consideran que es un momento desfavorable para realizar compras importantes, ya que en puntos han pasado de 6 a 4, mientras que ha aumentado ligeramente los consumidores que piensan que es buen momento para realizar compras importantes, al pasar de 25 a 26 puntos.
En cuanto al comportamiento de los precios, dados los niveles negativos alcanzados a lo largo de 2009, el 54 por ciento de los consumidores considera que estos van a mantenerse estables, mientras que el 33 por ciento cree que aumentarán. Sobre este aspecto de la economía, la tendencia es que los precios suban.
La propia vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, reconoció durante la presentación del anteproyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado que, pese a que en octubre todavía habría dígito negativo, a partir de noviembre y en diciembre, la inflación cambiará a signo positivo.
Ante estas previsiones del Gobierno, los consumidores entienden vuelven a optar por reducir sus expectativas de realizar compras importantes, al entender que es un momento desfavorable. Este cambio ha pasado del 6 por ciento de agosto al 4 por ciento en septiembre. Y aumenta ligeramente (un punto) el porcentaje de quienes creen que es un buen momento para realizar adquisiciones importantes, al situarse este índice en el 26 por ciento.
Ante esta percepción, la encuesta de Data Sampling interpreta que cada vez es más extendido el convencimiento de los consumidores de que "se ha tocado suelo (o casi) en algunos mercados", como el inmobiliario y consideran que "empieza a ser rentable la compra de los mismos". No obstante, la cautela ha vuelto a aparecer.
Por último, la encuesta se centra en el Índice de "percepción de precios", tras el análisis del comportamiento de los mismos. La conclusión es que la percepción de los consumidores en este apartado es que en la actual situación económica, "no resultará sencillo" que se produzcan incrementos en los precios.
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