
La situación económica actual ha obligado a los bancos a cambiar sus estrategias para conseguir nuevos clientes. Si durante la época de esplendor inmobiliario el producto 'estrella' era la formalización de hipotecas, ahora lo son las cuentas remuneradas o vinculadas a nóminas.
En la actualidad, el ojetivo principal de los grandes bancos es captar nuevos clientes a través de su nómina o pensión, lo que va unido a la apertura de una cuenta. Por ello, según publica Expansión, en los últimos meses hemos asistido a un sustancial aumento de la oferta de cuentas-nómina, cuyas condiciones son cada vez más atractivas para los clientes.
Y para poder participar en la lucha para ganar una mayor cuota de mercado entre los particulares, las entidades ofrecen remuneraciones por el capital depositado en la cuenta, la devolución de entre un 2% y un 5% de los principales recibos e, incluso, regalos cada vez más atractivos.
Aunque no todas las entidades -como Barclays- exigen domiciliar la nómina para poder beneficiarse de estas buenas condiciones, la gran mayoría de las entidades sí lo solicitan para poder asegurar unos ingresos fijos mes a mes y convertirse de este modo el el principal proveedor de los servicios bancarios del usuario.