Las calificaciones crediticias de Estados Unidos y Reino Unido "pueden volverse vulnerables" a partir de 2012, si para entonces ambos estados no han cumplido las expectativas de crecimiento y han recortado su gasto, ha alertado la agencia Moody's.
"No vemos de momento presión a medio plazo en los ratings. Pero si para 2012 el crecimiento no se reactiva como debe, suben los tipos de interés (uno de los principales riesgos) y no hay movimiento significativo en lo relativo a subidas de impuestos o recorte del gasto público, entonces las calificaciones se debilitarán", advierte Pierre Cailleteau, director ejecutivo de ratings soberanos de Moody's.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que este es el "peor escenario" que maneja la firma. Tanto la deuda de Reino Unido como la de Estados Unidos está calificada de triple A, la mayor nota crediticia posible.
Un futuro con incertidumbres
La economía global está emergiendo de la peor recesión desde la década de los años 30, gracias en parte a las decisiones de los gobiernos de elevar sus niveles de deuda para financiar el consumo. El mes pasado, los mandatarios del G20 mostraron prudencia con las perspectivas económicas globales y juzgaron prematuro retirar las medidas de estímulo fiscal y empezar a elevar los tipos de interés.
A principios de septiembre, Moody's ya advirtió que los ratings de Reino Unido y Estados Unidos han "perdido altitud", a pesar de que sus títulos aún conservan el mayor grado de inversión.
El primer paso contra la deuda de dos de las naciones más poderosas del mundo lo dio la agencia Standard & Poor's el pasado mayo, cuando cambió la perspectiva de Reino Unido de estable a negativa y advirtió de que el país se expone a una severa rebaja de calificación, ya que su deuda se aproxima al 100% de su Producto Interior Bruto.
Medidas para mejorar las agencias de rating
