Economía

Los ayuntamientos disparan un 10% los ingresos fiscales con la vivienda

Los grandes ayuntamientos han incrementado con fuerza la presión fiscal sobre sus ciudadanos para hacer frente a la caída de sus ingresos. Ceuta, Melilla y las 50 capitales de provincia españolas recaudaron el año pasado más de 3.000 millones de euros gracias al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) sobre propiedades urbanas y rústicas.

Según los datos de la Dirección General del Catastro, esto supone una subida del 9,9% respecto a los 2.733 millones que ingresaron en 2007. Lo peor, además, es que la carga fiscal que se impone a la vivienda está aumentando siete vecesmás rápido que la inflación.

Frente a la fuerte subida de los ingresos por el IBI -teniendo en cuenta la cuota líquida, es decir, lo que los ciudadanos tienen que pagar-, en 2008, el IPC registró un aumento de sólo el 1,4 %, lo que ha provocado ya numerosas protestas en muchas poblaciones por parte de plataformas ciudadanas y organizaciones de consumidores.

La subida, sin embargo, no es equitativa y mientras que en algunas ciudades superó incluso el 20%, en otras apenas experimentó cambios. Los ayuntamientos que registraron un mayor incremento de la recaudación fueron Melilla (27%); León (26,4%); Madrid (24,7%); Ávila (20,8%); y Salamanca (19,9%). En el polo opuesto quedan Huelva, que redujo sus ingresos un 0,08%; Ceuta, donde no hubo cambio alguno, y Santa Cruz de Tenerife, con una subida de tan sólo el 0,3%.

Los mayores ingresos

Gracias en parte a que cuenta con un mayor parque de viviendas, Madrid fue la ciudad que registró el año pasado una mayor recaudación, con 754,7 millones de euros, lo que supone un 68% más que Barcelona, segunda del ranking con 448,5 millones. En tercera posición queda Valencia con 171,1 millones y en cuarta, Sevilla con 137,2 millones.

Según la Ley de Haciendas Locales, son los ayuntamientos los que deben fijar el tipo de gravamen que se aplica al IBI. Éste debe oscilar entre el 0,4 y el 1,1% sobre la base liquidable, aunque con la posibilidad de incrementarlo en algunos casos hasta el 1,3%. El valor catastral de las propiedades es el elemento fundamental para la aplicación del impuesto. Por eso, una subida del recibo puede obedecer tanto a un aumento del tipo como del valor catastral, cosa que ocurre cuando se realizan las revisiones.

Tal y como publicó ayer elEconomista, el tipo de IBI en España se ha situado este año en el 0,669%, lo que supone una subida media del 1,47% respecto a 2008. Los núcleos turísticos de la costa son los que han registrado en los últimos años un mayor aumento de los tipos, situándolos en algunos casos por encima incluso del 1%, para compensar la caída de los ingresos por el turismo y el parón del sector inmobiliario, una de sus principales fuentes de financiación en el pasado.

El problema para localidades como Marbella, Torremolinos, Ibiza, Blanes, Almuñecar o el Puerto de Santa María, además de capitales como Valencia, Huelva o Cádiz, es que, aunque los municipios pueden actualizar cada año los tipos del IBI, se están quedando ya sin margen de maniobra al estar alcanzando el punto máximo de la horquilla que permite la ley.

El caso más evidente es el de capital onubense. Tiene un tipo 1,06%, lo que significa tan sólo cuatro décimas por debajo del tope legal. De hecho, esa sería una de las razones de que haya sido la única capital con menores ingresos en 2008 respecto al año anterior.

Con margen suficiente

En el polo opuesto, otras ciudades como Madrid y el resto de capitales de provincia del interior tienen todavía margen de maniobra suficiente. En la capital de España, por ejemplo, aunque se han registrado subidas en los últimos años, el tipo impositivo está todavía este año en el 0,581%, con lo que le queda un recorrido de casi cinco décimas.

Menos margen tiene Barcelona, donde el tipo, que no ha cambiado de 2008 a 2009, sigue fijado en el 0,75%. En los dos últimos años, las únicas ciudades en las que se han realizado, por otro lado, revisiones catastrales son Almería, Málaga y Toledo. En Madrid y Barcelona la última revisión catastral se realizó en el año 2002; en Sevilla, en 2001; y en Valencia, en 1998. La capital del Turia parece así una firme candidata a una nueva subida pese a tener los tipos muy altos. En una situación parecida se encuentran también Cáceres, Córdoba, Santa Cruz deTenerife yValladolid, donde la última revisión del catastro se realizó hace ya catorce años.

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