
El economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, considera que Asia y, especialmente China, deben jugar un papel muy importante en la recuperación de la economía global. Según destacó, "una disminución del superávit por cuenta corriente de China podría ayudar a aumentar la demanda y a sostener la recuperación de EEUU".
"Eso daría lugar a más exportaciones de EEUU, las cuales ayudían a sostener la recuperación mundial", añadió.
Pero para que China impulse su demanda interna, debe proporcionar una mayor protección social a sus ciodadanos y aumentar el acceso de los hogares al crédito, lo que animará a los consumidores a ahorrar menos y a gastar más.
"Más importaciones de China y un yuan más fuerte aumentará las exportaciones netas de EEUU", dijo.