
Cada día se disputa una dura batalla en el mercado de divisas. En él, las distintas monedas miden su poder. La hegemonía mundial la ostenta el dólar estadounidense, aunque es otro dólar, el australiano, el que se está mostrando como el más poderoso en 2009.
Lo que está en juego esmucho más que una partida de ajedrez. En disputa, los 3,2 billones de dólares que se negocian cada día en el mercado de divisas, el más poderoso de cuantos componen el sistema financiero. Y la moneda más influyente del mundo es la que participa en la mayor parte de esas transacciones. En la actualidad, y como ocurre desde los años 30 del siglo XX, esa posición hegemónica la ocupa el dólar norteamericano, por mucho que China o Rusia estén poniendo en entredicho esa supremacía. Junto a esta pugna, figura otra. La de ser la divisamás fuerte delmomento, una batalla que este año protagonizan tres divisas: el dólar australiano, el dólar neozelandés y la libra esterlina. Y aunque han ido alternando sus lugares enel pódium, es el primero el que ha logrado destacarse en las últimas semanas y alzarse como la moneda más vigorosa entre las principales del mundo en lo que va de 2009.
'Jaque'del sur
Hasta la fecha, la moneda australiana acumula avances contra las diez principales divisas del mundo. En concreto, oscilan entre el 2,1 por ciento que se aprecia contra el dólar neozelandés y el 17,4 por ciento que se revaloriza contra el yen japonés. El secreto de su éxito es sencillo: los tipos de interés son más altos en Australia, donde se encuentran en el 3 por ciento, que en otros países o regiones, como EEUU ?entre el 0 y el 0,25 por ciento?o la eurozona ?1 por ciento?. Sustentados por ese nivel, la deuda pública australiana ofrece unos rendimientos más suculentos con la norteamericana o la europea, de ahí que los inversores internacionales compren aussies para cazar ese premio.
Si el dólar australiano es el rey, su vecino neozelandés es la reina, con subidas que se mueven entre el 0,8 por ciento que suma contra la libra y el 15,9 por ciento que se aprecia contra el yen. Y la causa de su fortaleza es idéntica: en Nueva Zelanda, los tipos están en el 2,5 por ciento.
El hecho de que los inversores internacionales busquen los mayores rendimientos que ofrecen ambas divisas también responde a la renovada confianza que se respira en los mercados. "Si la idea de recuperación mundial continúa ganando peso, dentro de las principales divisas, el dólar australiano, el dólar canadiense y el dólar neozelandés (conocidos comocommodity currencies) seguirían mostrando un excelente comportamiento, y las divisas de mercados emergentes seguirán respondiendo positivamente", comenta JohnHardy, estratega de divisas
de Saxo Bank.
En cuanto a la moneda británica, su fortaleza resulta más sorprendente. No se basa, desde luego, en los tipos, que se encuentran en el 0,5 por ciento, sino en el fuerte castigo que sufrió precisamente en 2008, ejercicio en el que fue la moneda más débil entre las principales del mundo. Y aún puede brillar más. ?La libra esterlina sigue siendo nuestra principal apuesta de largo plazo en estemercado?, afirman
los expertos de Banif. Completan la guardia principal del tablero el dólar canadiense, la corona noruega y la corona
sueca.
¿Y el euro? Por el momento, desempeña un papel secundario en la partida de 2009. Baja contra el dólar australiano y neozelandés, la libra, el dólar canadiense y las coronas noruega y sueca, y se aprecia contra la corona danesa, el dólar estadounidense, el franco suizo y el yen japonés.
Los efectos del 'carry trade'
En el furgón de cola de 2009 figuran tres de las cinco divisas que más negociación acaparan cada día. Se trata,
por este orden, del dólar estadounidense, el franco y el yen. Las tres son las más débiles en lo que va de año entre las diez monedas más importantes del mundo. Utilizando el
euro como referencia, el billete verde cede un 1,8 por ciento; el franco, un 1,9 por ciento; y el yen, un 6 por ciento. Más pronunciados son sus respectivos descensos contra el rey australiano, que se revaloriza contra las divisas estadounidenses, suiza y japonesa un 14, un 14,1 y un 17,4 por ciento, respectivamente.
Aunque cada moneda soporta su propia penitencia ?que en la actualidad no resulta nada pesada porque la caída de la divisa favorece las exportaciones?, las tres comparten un motivo fundamental: el carry trade. Éste es el nombre técnico que recibe una estrategia consistente en obtener financiación barata en mercados donde los tipos de interés están bajos e invertirla luego en países con tipos más
altos. Entre los efectos de esta táctica, figura la depreciación de las monedas en las que se obtiene ese dinero, y eso es lo que está ocurriendo en la actualidad
con el dólar, el franco y el yen.
Pese a que sus respectivos países no son los únicos en los que el precio del dinero se encuentra por debajo del 1 por ciento, en estos momentos son las tres monedas que los inversores profesionales emplean como trampolín con el que obtener el dinero que les impulsa hacia activos más arriesgados, como la bolsa o el petróleo.
Esto, almismo tiempo, provoca que estas monedas también sean las que más suben cuando las dudas retornan y esos mismos inversores huyen de los mercados con más riesgo para buscar cobijo en otros más seguros, como la deuda pública. Y ésta es la baza en la que confían para recuperar terreno en el tablero cambiario en lo que resta de año, algo que no descartan los expertos.
Así, el consenso recogido por la agencia de información financiera Bloomberg espera que, hasta final de 2009, el billete verde remonte un 2,4 por ciento contra la libra esterlina, hasta los 1,61 dólares; un 3,1 por ciento contra
el euro, hasta los 1,38 dólares; y un 3,6 por ciento contra el dólar australiano, hasta los 0,78 centavos.